El fraude del IVA y esa burocracia que ahoga a Rumanía
El problema del fraude del IVA no es sólo rumano, pero en Rumanía representa el 48% del importe teórico a recaudar y un 7,9% del PIB del país: más de 10.000 millones de €. Digamos que aquí “brilla en todo su esplendor”.
El fraude del IVA pasa por sociedades que supongo usarán diversos medios, pero pongamos un ejemplo simple, tal como lo he leído por ahí, de lo que podía pasar hasta fecha reciente:
Alguien crea una empresa. Para administrador busca un hombre de paja, a menudo un mendigo, sin antecedentes penales y sin recursos económicos, a quien dará algún dinerillo para que acepte el papel (acuda al notario, deposite en el banco capital social y una cantidad adicional de dinero para que la empresa pueda operar de entrada por un dispositivo de banca electrónica que dicho mendigo nunca verá) y se olvide del tema. La empresa recién creada, con una sede cualquiera en un local alquilado a corto plazo, importa de la UE X miles de €. La factura no tiene IVA al ser intracomunitaria. Procede a venderla a clientes rumanos que pagarán el precio y un 24% de IVA. Una vez vendida la mercancía, se retiran los fondos bancarios, y aquí sólo el administrador figura, sin conocimiento de lo que ha pasado y sin nada con que resarcir la deuda fiscal.
Personalmente me resulta muy difícil creer que a base de desposeídos sociales se puedan defraudar 10.000 millones de € o tan solo una pequeña parte de esa suma. Para mí está claro que el gran fraude pasa por otros canales, mucho más sofisticados (o no) y posiblemente con el concurso de algún avispado servidor público, tal como descubre demasiado a menudo la DNA (Dirección Nacional Anticorrupción).
Pero bueno, con razón o si ella, la desconfianza de la ANAF (la Agencia Tributaria rumana) en las nuevas empresas es tal que ya no es posible obtener de entrada la categoría de sujeto de IVA casi de forma automática como hasta ahora, sino que es necesario pasar por un amplio proceso de verificación y justificación sobre las razones por las que la empresa desea serlo y en particular sobre la figura del administrador. De hecho, en un momento de recuperación económica como es el actual, el número de nuevas empresas con sujetos de IVA ha caído en más del 50% respecto al mismo periodo de 2014.
Apoyo totalmente a la ANAF en su deseo de reducir el fraude, pero creo que sinceramente esto está yendo demasiado lejos con quien no debe, que ha de haber otros canales que no dificulten tanto la acción del empresario y no lo conviertan en presunto defraudador por el simple hecho de abrir una empresa. Porque ese es el mensaje que se transmite: usted es un defraudador hasta que no me demuestre lo contrario, y por tanto no tiene derecho a ser sujeto de IVA.
ANAF tiene sin duda razón en el fondo – el fraude es inaceptable, ¿cuánto se podría hacer en este país con esos 10.0000 millones defraudados? – pero se equivoca en la forma.
Años atrás, en una época de incendios forestales especialmente graves en España, oí no sé si en broma o en serio, que si taláramos todos los bosques se acababa el fuego. Sí, es cierto, y posiblemente también la España que conocemos para encontrarnos en una especie de Sahara. No hay que talar bosques, producen una riqueza muy superior a lo que cuesta su mantenimiento y vigilancia. Con las empresas pasa lo mismo. No se trata de dificultad su existencia sino de facilitarla al máximo, que florezcan, que se multipliquen, y que creen una riqueza para el conjunto de la sociedad muy superior al coste de mantenerlas y vigilarlas.
La lista de obstáculos burocráticos que una empresa ha de salvar para ser sujeto de IVA en Rumanía es ahora mismo ridículamente larga, y para muchos empresarios, ofensiva. Sinceramente no entiendo qué sentido tiene pedir al administrador sus diplomas de estudios o solicitarle que se presente en persona ante un funcionario de ANAF para que verifique su identidad y despeje dudas sobre el objeto y funcionamiento de la empresa antes de decidir si le da o no el derecho a ser sujeto de IVA. Necesitamos atraer inversores, no espantarlos. Estas medidas seguro que no eliminan el interés que muchos extranjeros puedan tener por Rumanía, pero sí que complican sus negocios, encarecen su actividad y les da la sensación de que este es un país complicado y subjetivo (¿No tienen ordenadores para verificar mi identidad? ¿No pueden contactar con Agencia Tributaria española para saber si soy defraudador fiscal en lugar de hacerme venir expresamente a una reunión que es una pérdida de tiempo?)
Dificultar la actividad empresarial reduce su competitividad. Los países más competitivos son los más ricos, la relación es directamente proporcional. Y se sabe.
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Ha aparecido una nueva edición del informe anual sobre competitividad en el mundo (2015-2016) publicado por elWorld Economic Forum. Ya escribí sobre este informe el año pasado, comparando Rumanía y España y deseando que ambos países mejorasen posiciones. Y mira tú por dónde, mi deseo se cumplió. Rumanía ha pasado de la posición 59 a la 53 y España de la 35 a la 33. Para España me parece un avance mínimo. En su defensa se puede decir que cuanto más arriba más difícil es avanzar, pero entonces aparece Holanda y de la 8 salta a la 5 quedándose tan ancha y pasándonos la mano por la cara pero con cariño, que los holandeses nos quieren mucho.
Rumanía ha mejorado ostensiblemente en los últimos años, de la posición 78 en en 2012-2013 al 53 actual. Mi duda es si los actuales cambios que está realizando el gobierno en materia fiscal, con buenas reducciones impositivas por un lado e importantes complicaciones burocráticas por el otro, van a ayudar a mejorar posiciones en el rango o todo lo contrario.
Leo en Expansión que Dinamarca es el país europeo donde más fácil es hacer negocios. La sociedad es rica, abierta, su mercado interno de 5 millones abarca de hecho 20 millones contando vecinos. Mientras tanto en Rumanía y España seguimos poniendo trabas a la empresa (y atención, decir que, según el Banco Mundial, en Madrid es más sencillo hacer negocios que en Barcelona por la simple burocracia local. Lo apunto porque alguien podría tener ganas de sacar a relucir un discurso victimista, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid.
¿Tan difícil es copiar lo que otros hacen bien? Igual la pregunta es tonta, no sé, simple curiosidad.
José Miguel Viñals
Director General deVia Rumanía
Cónsul Honorario de España en Timisoara