Arad, punto de interés para la inversión española en Rumania
Aunque había estado anteriormente varias veces en Arad, nunca me interesé excesivamente en esta provincia. Mi zona de confort, por decirlo de alguna forma, siempre ha sido Timis. Pero ahora que el Consulado tiene competencias sobre tres provincias, las dos ya mencionadas y Caras-Severin, debo empezar a visitarlas para como mínimo presentarme a las autoridades. Esto es lo que hice en una reunión con el Presidente del Consejo Provincial (Consiliul Judetean), Sr. Iotcu. A la misma acudió, invitado por éste, el Presidente de la Cámara de Comercio de Arad, Sr. Seculici, explica José Miguel Viñals en el blogRumanía Empresarial.
Más allá de lo habitual en estas visitas, con el normal intercambio de buenas intenciones y de disponibilidad de colaboración, vi una realidad que no conocía en toda su amplitud: una verdadera capacidad para hacer cosas basada en muy buenas infraestructuras y la voluntad real de usarlas para desarrollar la economía zonal. Siempre había considerado que Arad estaba muy lejos de Timisoara en muchas cosas, pero la realidad es que esa distancia no es tan grande y quizá tienen la motivación de quien se sabe segundo y quiere superarse.
La reunión fue realmente agradable y útil, más larga de lo habitual en estos casos (una hora y cuarto, frente apenas 15 minutos en otras comparables en Timis), con explicaciones detalladas, interés en conocer qué acciones tenía pensado llevar a cabo desde el Consulado Honorario, propuestas por su parte y disponibilidad total para acompañarme a España en caso de que fuese necesario para realizar una presentación de la provincia.
Al día siguiente un buen número de diarios de Arad difundían la noticia de mi visita y resaltaban mis planes de visitar este mismo mes la provincia con una empresa española del sector de la alimentación en búsqueda de proveedores.
¿Cuán distintos son Timis y Arad? En muchas cosas son casi idénticas. Tienen una geografía, una composición étnica y religiosa, un nivel de riqueza y de preparación de la población muy parecidos, si bien Timis cuenta con una población y una notoriedad internacional mucho mayor. Arad debe realmente hacer un esfuerzo promotor y mostrar sus virtudes para destacar frente al vecino del sur.
¿Podemos pensar que tanto la una como la otra tienen espacio para crecer?
Claramente sí, y mucho. Ambas son importantes zonas industriales, con amplias superficies pero muy poca población.
La comparación con Barcelona no es gratuita. Por un lado tiene casi la misma superficie que Arad, y por otro su capital es la segunda ciudad española, igual que Timisoara pretende ser, con 319.000 habitantes, la segunda rumana, siempre en pugna con Cluj. Llevo más de un año diciendo a quien lo quiera oir que entre Budapest y Bucarest cabe una gran ciudad más. Y no sólo cabe sino que es imprescindible. Sí, hay mucho espacio para crecer.
La capital de la provincia de Arad, del mismo nombre, tiene según el censo de 2011 160.000 habitantes, la mitad que Timisoara. Ni una ni otra llegan a ser ciudades grandes en los estándares occidentales, se quedan más bien en el rango de medianas o pequeñas. Muchas casas bajas, pocos bloques modernos, calles en mal estado y edificios históricos pidiendo a gritos una restauración.
Arad en cualquier caso tiene un centro espectacular, muy bonito y bastante bien conservado. Las obras de los últimos años han mejorado mucho el aspecto de la ciudad y la ciudad presenta un paseo central realmente magnífico. Cuando se aleja uno del mismo ya no es lo mismo, pero para el visitante esa primera impresión es muy buena. Como nota aparte, la torre de agua, espectacular. Merece una visita.
Región Vest (Oeste), donde se ven claramente las provincias de Timis y Arad
Nada debería en principio limitar a ambas ciudades en un teórico crecimiento. A 40 km una de otra y en medio de una misma llanura podrían ser un día, aún lejano, un mismo núcleo urbano: tienen mucho espacio y tienen muchos atractivos. Es difícil decir en qué destacaría una más que otra más allá de la diferencia de tamaño de sus capitales, pero hay que tener en cuenta que 160.000 habitantes de diferencia no es nada, y que una política muy atractiva hacia empresas o población (por centros universitarios, escuelas, oportunidades de trabajo, ventajas en la inversión, comunicaciones,…) por cualquiera de ellas podría desequilibrar la balanza.
¿Qué tiene Arad de importancia económica que Timis no tiene?
– Una zona franca en Curtici, a pocos kilómetros al norte de la capital, y otra junto al aeropuerto. En estas dos áreas hay exención de impuestos aduaneros y trámites de IVA para mercancías extranjeras. Y además están bien preparadas, se puede acceder a la primera directamente con tren de mercancías y a la segunda desde el aeropuerto de la ciudad. Esto puede ser de gran interés para empresas que operen principalmente con países de fuera del espacio UE. En la misma hay en este momento un buen número de empresas import-export y para mercancías en tránsito. Hay en cualquier caso una buena disponibilidad de espacio.
– Un estupendo espacio ferial. El segundo mayor de Rumanía tras Bucarest, y que se nos puso a disposición en la reunión para poder realizar una gran feria hispano rumana, posiblemente en 2014.
¿Y qué tiene Timis que Arad no tiene?
– Una capital con mayor población e industria, y todo lo que ello conlleva de interés para las empresas que quieren encontrar todo tipo de proveedores. Digamos que es más ciudad, hay más de todo. Y un aeropuerto mayor y mejor conectado internacionalmente, y quizá en el futuro un canal navegable conectado con el Danubio. Y todo esto es clave para una multinacional que debe expatriar directivos.
Por el resto, se parecen mucho y se dan a conocer con los mismos argumentos (intensa vida cultural, composición multiétnica, cercanía de Hungría y Serbia, mentalidad occidental, excelentes tierras agrícolas, primicias europeas en los tiempos del Imperio,…)
Ambas ciudades compiten, igual que ambas provincias compiten, pero quizá deberían colaborar. Supongo que el hecho que las mayorías políticas sean distintas dificulta que se entiendan en algunos aspectos, pero realmente serían mucho más fuertes si juntasen fuerzas. Están en la misma región, y la competencia real de una no es la otra, sino otras regiones europeas que pueden igualmente atraer inversiones con argumentos parecidos. Es algo parecido a lo que ha pasado en tantas zonas de España, donde aunando fuerzas y compartiendo infraestructuras se hubiese ganado mucho, pero en vez de ello todo el mundo quiso su pabellón, su museo y su aeropuerto… a un coste demencial a pagar entre todos.
En fin, excelente primera opinión la que me he hecho de Arad y de lo que ofrece. Seguramente valdrá la pena tener muy en cuenta a esta provincia desde ya mismo. Por lo pronto ya iré en dos semanas en misión comercial.