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El sector turístico en Rumanía: entre la realidad y el sueño

Llegué a Rumanía en 2007. Al principio la visitaba de forma esporádica, poco a poco empecé a prolongar mis estancias, y a partir de finales del 2009 ya me establecí. No sabía nada del país, por lo que me interesaba preguntar mucho y hablar con mucha gente para intentar conocer un poco sobre esta tierra. Los taxistas son una gran fuente de información: les encanta hablar con el pasajero si no lo hacen con un amigo móvil en mano. Y yo cogía muchos taxis, explica José Miguel Viñals, de Via Rumanía, en el blogRumanía Empresarial.

Así pues pude oir varias veces, y no sólo de taxistas, que Rumanía era un país con dos grandes riquezas por explotar: turismo y agricultura, pero que los rumanos no les sabían dar el valor necesario.

Normalmente, cuando todo el mundo dice algo es que hay un fondo de realidad y en este caso claramente es cierto.

Sobre la agricultura ya escribí una entrada en este blog (http://rumaniaempresarial.wordpress.com/2013/09/27/cuales-son-las-10-mejores-zonas-agricolas-de-rumania-para-el-cereal/), y escribiré otras que quieren presentar el gran potencial de este sector.

Hoy quiero escribr sobre el sector turístico, sin entrar en detalle, pero para enmarcar la situación. En este país, de una superficie la mitad de la española y una población de 20 millones de personas, el número de turistas extranjeros hasta 31 de agosto de 2013 es de 1.140.000 . Es una cifra ridícula que en cualquier caso representa una pequeña variación positiva respedcto 2012 (http://www.romania-insider.com/romanian-tourism-figures-show-growth-as-more-arrivals-come-from-asia/107328/?utm_source=Romania+-Insider.com+MAIN&utm_campaign=9a82012e6f-2_oct_201310_1_2013&utm_medium=email&utm_term=0_ece3d6d4cf-9a82012e6f-405582933&ct=t(2_oct_201310_1_2013))

Seguro que cualquier persona que haya visitado el país se da cuenta del potencial que tiene:

– Ciudades históricas de gran belleza (hechas polvo, con edificios históricos degradados y infraestructuras deficientes)

– Centros turísticos de gran renombre en el pasado: balnearios (Baie Herculane, por ejemplo) que habían albergado a la crema de la sociedad europea y que ahora se caen a trozos.

– Montañas y naturaleza como ya no queda en gran parte de Europa: ¿Dónde se podrían hacer en Europa tantos avistamientos de osos como en los Cárpatos?

– La grandísima belleza del Delta del Danubio: El más importante de Europa, punto de encuentro y paso de las migraciones de aves entre continentes.

– Turismo enológico: rutas del vino para conocer las bodegas rumanas y los estupendos caldos que producen

– Turismo cultural de salas: Museos (por ejemplo el magnífico Muzeu de Arta Timisoara, o la Colectie Bruckenthal de Sibiu, o las explendidas colecciones de Bucarest)

– La misma capital, Bucarest, que empieza a cambiar de cara y pone en valor sus estupendos edificios y jardines.

– Turismo etnográfico: la variedad de etnias que habitan este territorio es impresionante. Sólo en Banat hay 10 distintas, cada una con su lengua, cultura, tradiciones,… y poco a poco desaparecen, por lo que hay que darse prisa en venir.

– Turismo de sol y playa, en la costa del Mar Negro: pero caro y deficiente (muchos rumanos prefieren marchar a Grecia o Montenegro a veranear pues dicen que es mucho mejor que hacerlo en su país)

– El excepcional conjunto escultórico de Brancusi en Târgu Jiu, que en cualquier ciudad de Europa Occidental sería el mayor orgullo.

– Turismo de aventuras / deportes: la Transfăgărăşan, o mejor carretera de montaña de Europa, escalada, esquí, bicicleta,….

– Turismo histórico: ruinas romanas y pueblos dacios (Sarmizegetusa), fortalezas medievales (Hunedoara), ciudades barrocas (Timisoara), la represión comunista,…

– Magníficas cuevas naturales como la de los Osos (Pesterea Ursilor en la provincia de Bihor) por citar una

– Castillos, palacios,..

– Incluso se puede venir a ver ese simulacro sin interés real que es el Castillo de Drácula y que parece ser que no se pierde nadie.

– O todo esto junto, en rutas que englobasen un poco de muchas de estas propuestas en combinaciones que sin duda podrían gustar si se presentan de forma correcta.

Y seguro que me dejo muchas otras cosas que ver y hacer. Y todo esto para sólo 1.140.000 visitantes extranjeros, de los que posiblemente una gran parte sea turismo de negocios (Si quieren, dejen comentarios con las otras posibilidades turísticas que crean que tiene este país)

Realmente los taxistas tenían razón: Ni el gobierno ni los ciudadanos rumanos saben explotar el potencial turísticos que hay aquí. Y esto debe cambiar, pues no sólo la imagen del país cambiaria radicalmente en el exterior si la visitan muchas más personas sino que la propia concepción que de Rumanía tienen sus habitantes mejoraría si ven satisfacción en quienes la visitan.

Puedo decir que desde 2007 he traído mucha gente a Rumanía, y que muchos vinieron con reservas y todo volvieron sorprendidos y contentos de lo que vieron. Nadie que no haya venido a Rumanía se espera la Rumanía real. Se esperan otra cosa, peor, que también existe, pero que es una parte pequeña de la realidad.

Hay que promocionar el país, empezando por el gobiernos, continuando por las agencias de viajes (ferias, congresos,…) y llamando a la inversión extranjera para que ocupe el puesto de impulsor que quizá no se puede hacer desde dentro.

La experiencia española en el sector turístico es muy grande. La inversión en turismo, en el marco de una estrategia global de promoción ha de mostrar al mundo un mercado nuevo en gran medida virgen y de un enorme potencial.

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