El vino rumano se abre camino
El lector corresponsal del periódico La Vanguardia online y gerente de la empresa de consulting Via Rumania -especializada en dar servicio a empresas españolas que quieran aprovechar el desarrollo de este país-, Josep Miquel Viñals, nos abre los ojos sobre las posibilidades del mercado del vino en Rumania con un reportaje que realizó en abril.
La Vanguardia y el propio autor dieron el visto bueno para que el artículo sea colgado en HotNews.es:
La novena edición de Vinvest, la Feria Internacional de Vino, celebrada en Timisoara del 6 al 8 de abril ha mostrado la vitalidad creciente del sector vinícola rumano.
Si bien se podría pensar que el salón es de pequeñas dimensiones comparado con ferias similares celebradas en los grandes países productores, no deja de ser un paso de gigante para un país donde hace siete u ocho años era difícil encontrar un buen vino local en un restaurante rumano, mientras que hoy la oferta es amplia y la calidad alta.
Bodegas como Crama Oprisor o Crama Reca se abren paso internacionalmente con productos excelentes. En palabras del exministro de agricultura Valeriu Tabara, „la calidad del vino rumano ya no se discute. Ahora, tenemos que poner atención en la presentación del producto y en organizarnos para conquistar mercados. Debemos ser más activos a nivel nacional, pero también debemos estar más presentes, activamente presentes, en la promoción del vino rumano en el mercado mundial”.
Esto es algo que entendió bien Crama Reca (bodega Reca) ya en 2003. Se incorporó en la empresa un socio inglés para abrir los mercados del norte de Europa y atrajo talento internacional en los puntos clave de la gestión vinícola, con dos enólogos, una española y un australiano.
Foto: Photoxpress.com
„Explotamos 1.020 hectáreas de viña y producimos unos nueve millones de litros anuales. En los últimos años hemos invertido por encima de los diez millones de euros en modernizar nuestras instalaciones. En este momento somos uno de los exportadores de vino rumano más importantes. Nuestro volumen principal se dirige a Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Suecia, Canadá y Eslovaquia. Nuestra tradición vinícola se remonta a más de 500 años atrás pero esto no nos impide adoptar como modelo los nuevos productores mundiales: Chile, Australia, Argentina y Sudáfrica marcan la senda que queremos seguir. El resultado es muy satisfactorio. Nuestros vinos, Cuvee Uberland, Solo Quinta Sole, Cocosul dintre Vii, La Putere o Castel Huniade están obteniendo importantes premiso internacionales. Como resultado cada año doblando nuestras exportaciones, marcamos precios altos y nos hemos convertido en un importante referente del vino rumano. Para Crama Reca no existe la crisis”.
La directora general de Vinvest, Lucia Pîrvu, es quizá una de las personas que más saben sobre el sector del vino en Rumanía. „Reca ha sido un punto de partida en 2003, tanto para el sector productor como para el consumidor final. En la zona Vest, la más occidental de Rumanía, no existía una red desarrollada de distribución para los cuatro o cinco productores que entonces operaban, ni mucho menos una cultura vinícola entre la población. La modernización de las bodegas se hizo de la mano de la apertura de tiendas especializadas, primero en Timisoara y luego en todo el país, y de abrir las propias instalaciones al público en general ofreciéndoles degustaciones y visitas guiadas. Esto ha sido un ejemplo que han seguido otras bodegas en el país. En este momento casi todas las grandes empresas de la provincia han organizado jornadas festivas para su plantilla en los salones de degustación de Recas, con capacidad para varios cientos de personas. Esto nos sirve de ejemplo en el ministerio de lo que queremos conseguir como próximo paso: desarrollar el turismo vinícola en Rumanía a nivel internacional. Disponemos de excelentes vinos y cada año el sector mejora. Empezamos a hacernos un nombre a nivel internacional y queremos promover nuestras rutas turísticas entre los atractivos que Rumanía ofrece al visitante. Por el momento, la mayoría de los visitantes de nuestras bodegas son rumanos, turismo interno. Empezamos a tener delegaciones europeas, americanas y asiáticas, pero aún no podemos ofrecer un programa integrado ni una infraestructura suficiente como para promocionar internacionalmente y con fuerza el turismo enológico en Rumanía. El Ministerio de Turismo debería implicarse mucho más de lo que lo hace, estableciendo en primer lugar puntos turísticos en todas nuestras grandes regiones productoras y en segundo lugar invitando a delegaciones de importadores de vino de otros países a que nos visiten. Estos expertos internacionales serán una pieza clave en conseguir aumentar la notoriedad de nuestro producto”.
¿Hay espacio en Rumanía para el vino extranjero? „Por supuesto –responde Lucia Pîrvu– Rumanía está desarrollando y afinando el gusto por el vino de calidad. Nuestro consumo anual es de 27 litros, algo por debajo de la media europea y muy por debajo de los grandes consumidores que pueden ser Francia, Italia o Alemania. Hoy por hoy se consume un 65% de vino blanco frente a un 35% de tinto aunque el gusto está evolucionando y el consumo de tintos se va imponiendo, con tendencia a los semi-secos y semi-dulces. Las primeras importaciones significativas llegaron de la mano de los expatriados. En Rumanía viven varios miles de italianos, solo en Timisoara unos 15.000, con nivel adquisitivo medio alto y tendencia a consumir productos propios. Muchos rumanos conocen el vino italiano gracias a que figura en las cartas de los muchos restaurantes de cocina italiana de buen nivel que se han abierto en el país”.
Para conocer qué expectativas puede tener el vino español en Rumanía visitamos los dos expositores de la feria con vinos ibéricos. El primero es de las bodegas Vicente Gandía, de Chiva, en Valencia. Su localización en la feria es periférica y las explicaciones que obtenemos por parte del personal del stand podrían ser mucho más completas, sobre todo teniendo en cuenta la gran calidad del producto y los excelentes catálogos de gama, en los que destacan los vinos de Utiel-Requena. Quizá para muchos visitante este stand pasará desapercibido, sin duda una lástima. Mucho más visible, central y concurrido es el stand de Crama Borha, empresa española importadora de vinos de Somontano, Rioja y Ribera de Duero. Junto al vino se ofrece degustación de jamón y otros embutidos, así como explicaciones detalladas del producto. Su director, Gonzalo Tello, explica: „Empezamos hace un año a comercializar vinos españoles en Rumanía. Somos de Zaragoza, donde desarrollamos una actividad completamente distinta, y con esa otra intención venimos a Rumanía, pero vimos que había un potencial que nos podía servir de alternativa en esta época de crisis y dadas nuestras buenas relaciones con productores de vinos españoles decidimos probar. En la feria hemos despertado mucho interés y nos ha servido para encontrar puntos de venta para nuestro producto. Hemos cerrado bastantes pedidos y esperamos poder desarrollar estos canales en el futuro. Un problema es el precio de venta, que se encarece con el transporte, pero para ello nos centramos en un producto Premium para un público que puede pagar ese plus por la calidad que recibe”. Junto a ellos, el stand del importador de vinos australianos y americanos muestra igualmente durante los tres días una gran afluencia, el rumano es curioso y muestra gran interés por el producto extranjero.
Un detalle prometedor: gran parte de los visitantes son jóvenes y varios grupos extranjeros han visitado la feria. El vino encuentra su lugar en las festividades en Rumanía y el vino rumano en las del resto del mundo.