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La extraña muerte del líder comunista rumano Gheorghiu-Dej

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fakepathGheorghiu Dej, Foto: Hotnews
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Gheorghiu-Dej falleció a causa de un fulminante cáncer hepático y pulmonar el 19 de marzo de 1965. ¿Muerte natural o crimen político?

Los primeros síntomas de enfermedad afloraron durante un viaje oficial a Varsovia el 19 y 20 de enero de 1965 en lo que parecía ser una gripe. El propio Dej comentó a Corneliu Manescu días después: “Sigo con gripe y con una tos que no me pasa”.

Tras diagnosticársele cáncer el 2 de marzo se invitó a un equipo de expertos médicos extranjeros para confirmar el diagnóstico y en poco más dos semanas, el 19 de marzo a las 17:45, fallecía a causa del doble cáncer hepático y pulmonar.

La versión oficial fue que tras el viaje a Polonia el equipo médico no se dio cuenta de la gravedad de su estado, pues los exámenes radiológicos y de laboratorio no indicaban nada anómalo.

¿Crimen de la KGB?

Cristian Troncota, historiador de los servicios secretos rumanos, explica la teoría del crimen político en su libro “Confabuladores. Una historia de los servicios de información y Securitate del régimen comunista de Rumanía”.

Troncota asegura que “Gheorghiu Dej fue irradiado en Moscú en junio de 1963, como me confirmó un antiguo oficial de la Securitate que quiso mantener el anonimato. Tres de los cuatro oficiales que aseguraron la guardia personal de Dej durante dicho viaje murieron también de cáncer”.

Talio radiactivo

Se sospecha que la KGB ha utilizado talio radioactivo en diferentes asesinatos políticos a lo largo de su historia: Laszlo Rajk y Imre Nagy en Hungría, Rudolf Slansky y Jan Masaryk en Checoslovaquia o Palmiro Togliatti en Italia. El talio se desintegra dentro del cuerpo de la víctima generando una forma galopante de cáncer que no deja trazas detectables en la autopsia.

El polonio 210 que se utilizó en 2006 para asesinar a Litvinenko – antiguo ex oficial de los servicios secretos rusos- parece ser una forma mejorada del talio.

Según el general Pacepa, el propio Dej le dijo a finales de febrero de 1965 en una reunión en Predeal que se sentía débil, con mareos y náuseas, y que sospechaba que había sido envenenado por la KGB.

Ceausescu mantiene el secreto

Niculae Ceausescu, elegido sucesor de Dej, decidió mantener en secreto las conclusiones de la investigación sobre la causa de la muerte de su predecesor, alentando de esta forma toda serie de teorías: muerte natural, asesinato por parte de la KGB o implicación del propio Ceausescu en connivencia con los soviéticos.

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