Notas e ideas sobre Rumanía
En las últimas semanas no he escrito ninguna entrada en este blog. Normalmente escribo cuando tengo una motivación muy clara, una idea que me ronda la cabeza de forma insistente y que toma forma definitiva en unas líneas. Tenía varias, y no tenía ninguna.
Lo normal hubiera sido seguir insistiendo sobre la muy buena evolución macroeconómica del país en este 2015 (ayer mismo se publicó un crecimiento del 4,3% en el 1T 2015 sobre el mismo periodo del 2014), pero copiar y comentar noticias del Instituto Nacional de Estadística sin añadir algo de mi cosecha no me gusta.
Estaba desorientado. Por un lado veo gran número de edificios en construcción (de hecho el crecimiento del 2015 contiene un 13% de aumento de la construcción, enorme), inauguración o próximas aperturas de centros comerciales en varias ciudades, aumento muy importante de los ingresos públicos (señal de una mayor actividad, pero también de una mejor lucha contra el fraude), retorno de la banca a situaciones saneadas y absorciones de las pequeñas entidades por otras mayores….
Dos meses exactos separan estas fotos, tomadas desde mi balcón el 15 de marzo y el 15 de mayo de 2015. Dejando de lado que el nuevo bloque me tape la vista, hay que reconocer el buen ritmo de construcción, y por lo que sé, de ventas. No es un caso único.
Pero también el lado contrario: particulares que no pagan sus deudas alegando falta de liquidez, pequeñas insolvencias y una curiosa evolución en las relaciones de las empresas españolas con Rumanía caracterizadas por apatía y poca actividad. Este último punto es el que más me ha desconcertado.
Me llegan noticias de Bucarest de los malos aires que pasan por algunas de las grandes empresas españolas, todas ellas centradas en la obra pública. No me extraña, y la culpa es mixta, del sistema de licitación rumano (que obliga a dar la obra a la propuesta más barata, sin posibilidades reales de modificar el precio, en lugar de primar un cierto equilibrio calidad precio…) y de las empresas serias que se prestan a ese juego y acaban viéndose atrapadas en su propia mentira.
Eso lo contrapongo con los resultados muy buenos que, constato, tienen las pequeñas empresas españolas que se dedican a la producción industrial, al menos en mi zona. Los resultados que estoy viendo este año no los había visto nunca.
Me escribe un amigo de la capital: Nosotros estamos estables, con los mismos clientes de siempre. La sensación que tengo es que huyen empresas y directivos que se han “perdido” y españoles que estaban haciendo el tonto por Bucarest. Parece que la sensación es que las cosas son más difíciles de lo que creían y que esto no es “El Dorado”
Pues sí señor. No puedo estar más de acuerdo. Rumanía ofrece grandes ventajas, sobre todo si tienes un proyecto productivo serio y los fondos necesarios para tirarlo adelante con un buen equipo de apoyo, y es al tiempo la tumba de quienes han venido creyéndose más listos que nadie y seguros de vender cuentas de cristal a cambio de oro. Pero esta historia no es nueva, empezó a verse en el 2009. Aún tiene mérito que hayan aguantado tanto.
Con motivo de mi visita a Madrid del 18 de febrero publiqué una entrada en la que hablaba de mi interés para potenciar la franquicia española en Rumanía, motivo de mi visita a la ciudad, donde presenté el potencial rumano en un acto de la AEF (Asociación Española de Franquiciadores).
Al poco recibí una llamada de la Embajada de Rumanía en España en que se me solicitaba que les comunicase mi próxima estancia en Madrid ya que al Embajador, Sr. Ion Vîlcu, le gustaría que nos reuniésemos (“lee sus artículos y aprecia mucho la tarea que hace por promocionar Rumanía”)
En abril hice una visita a Madrid coincidiendo con la celebración en IFEMA de Expofranquicia. Anuncié a la Embajada de Rumanía mis planes y tuve la ocasión de reunirme con el Sr. Vîlcu. El Embajador habla perfectamente castellano y tiene una dilatada experiencia diplomática en importantes países latinoamericanos. Dilatada tanto en el tiempo (bastantes años) como en la geografía (México, Argentina, Chile). Es por esto que dispone de una sólida base de comparación entre el atractivo de el continente americano y Europa del Este para el inversor español: en un momento en que España parece salir de la crisis, los empresarios pueden volver a considerar la expansión internacional y, sin duda, América Latina será un objetivo primordial. Como es normal. El gran crecimiento y potencial americano no se puede obviar. Pero sería un error que fuese el único objetivo. Y aquí es donde el Embajador presenta a Rumanía como una gran oportunidad. Oportunidad de por sí y oportunidad como puerta de entrada a Europa del Este y Asia Central.
Es evidente que tanto él como yo estamos convencidos de que lo es, pero en mis encuentros con franquiciadores españoles en la feria, ninguno mostraba de entrada interés, ya no en Rumanía, sino en toda Europa del Este.
Pero el país se mueve, y Europa del Este se mueven. Una vez que parece que hemos dejado atrás la crisis más dura desde la Gran Depresión y por su más que estratégica ubicación, Rumanía va a ganar grandes enteros como jugador de primer orden en las relaciones de la UE con Asia Menor y Central.
Muy a menudo he escrito aquí sobre Rumanía como país clave para fabricar en la UE a costes asiáticos y a un paso del centro del continente (esta misma semana una empresa textil española me han confirmado su intención de instalar su producción en el oeste del país por estos motivos). Mencioné en varias ocasiones las posibilidades que tiene de ser puerta de entrada en Asia. Creo que cada vez más este factor va a ganar importancia. Rumanía puede ser el ariete europeo, el corredor que nos lleve, a Asia central (siempre que el propio gobierno rumano no lo estropee con políticas intervencionistas que dificulten la libre actividad económica empresarial)
Para muchos sectores españoles, no estar presentes en Rumanía, tanto por el mercado interno como por las posibilidades que ofrece de entrar en otros mercados es, con cada día que pasa, un error mayor.
José Miguel Viñals
Director General Diagonal Consulting SRL – Via Rumania
Cónsul Honorario de España en Timisoara