¿Nueva burbuja inmobiliaria en Rumanía?
He presentado un trabajo en una reunión organizada por la compañía Colliers International Romania, una de las empresas más importantes que operan en el ámbito de los espacios para oficinas del mercado inmobiliario. Allí presenté también un gráfico, en el que se evidencia que el índice de crecimiento económico (g) sobrepasó el índice real de los intereses ROBOR 3M (r) en cada uno de los últimos tres años (2012-2014).
Según Jean Tirole (premio Nobel en 2014), si g es mayor que r y la estructura económica conlleva a ahorros excesivos, entonces pueden aparecer burbujas de los precios de los activos. Basándome en esto afirmé que era posible que en nuestra economía surgiera un aumento acelerado de los precios de algunos activos, incluido el sector inmobiliario.
En el período 2005-2008, la condición g mayor que r se cumplió en cada año y la burbuja inmobiliaria y la apreciación de la moneda nacional aparecieron en cuanto se cumplió la condición. Sin embargo, el restablecimiento de la condición después del 2012 no trajo tras de sí una nueva burbuja inmobiliaria.
El retraso se puede explicar de formas diversas. En primer lugar, la discrepancia entre el índice de crecimiento del PIB y el índice real de los intereses fue relativamente pequeña en el periodo 2012-2014. En segundo lugar, el índice de crecimiento del PIB en los últimos años es inferior al del período 2005-2008. Finalmente, la euforia del periodo 2005-2008 fue remplazada por la expectativa del 2012-2014.
Según la teoría, si se sigue cumpliendo la condición Tirole, se generará una burbuja, pero no podemos saber si aparecerá en el sector inmobiliario o en otro mercado, como por ejemplo el monetario. Si la discrepancia positiva entre el índice del PIB y el de los intereses crece, podemos esperar que la burbuja aparezca pronto.
No dije que la burbuja inmobiliaria fuera inminente. Solo dije que si aparecía una burbuja en el mercado inmobiliario se repetiría la experiencia del período 2005-2008 con respecto al comportamiento de los agentes económicos. Atrapados en la carrera de la burbuja, los eventuales llamamientos a la prudencia no serían tomados en cuenta, como tampoco fueron tomados en cuenta en otras ocasiones (el período de los préstamos en francos suizos, por ejemplo). Esta es una certeza, de otro modo no existiría la burbuja.
Lucian Croitoru es consejero el Gobernador del Banco Nacional de Rumanía