Un grupo de mujeres rumanas muestran su repulsa a la prohibición del derecho al aborto impulsada por Gallardón ante la Embajada de España en Bucarest
Unas quince rumanas se han solidarizado este viernes con las mujeres españolas por la agresión a prohibir a abortar como derecho, así como defiende la Unión Europea, ante la sede de la Embajada de España en Bucarest. Las manifestantes protestaron por la ley elaborada por el ministro de Justicia español, Alberto Ruiz Gallardón, una reforma criticada incluso por muchos miembros del seno de su formación política, el Partido Popular, entre otras cosas porque está haciendo daño a la imagen de España y, sobre todo, está consiguiendo que el Gobierno pierda aún más confianza entre la población, asqueada ante los recortes sociales, que lleva sufriendo desde que comenzó una crisis que sigue asolando a la eurozona por sus ansias de envilecerse rápidamente bajo ninguna productividad.
Manifestación contra la ley del aborto en España
He aquí el comunicado de prensa del grupo que se ha manifestado ante la Embajada española:
Nos solidarizamos con las mujeres de España y de todo el mundo cuando se les viola el derecho de decidir con respecto a sus propias capacidades reproductivas. ¿Por qué? Porque ya sabemos por nuestra propia historia cuáles son las consecuencias de la prohibición del derecho a aborto. En 1966 empezó en la Rumania de Ceausescu un experimento social y político tras el cual murieron más de 10.000 mujeres y muchas otras quedaron con traumas emocionales y físicos. En aquel período, a causa del decreto de prohibición del aborto, decenas de miles de mujeres utilizaron, en la clandestinidad, instrumentos y sustancias que les ponían su vida y salud en riesgo. Los médicos y enfermeras que intentaban ayudarles eran sujeto de investigaciones de la Policía y de la Seguridad del Estado. No queremos que tales cosas vuelvan a pasar en ningún lugar del mundo.
La política no se tiene que involucrar en la decisión de las mujeres de mantener o no un embarazo, y el Estado no debería prohibir ni restringir el derecho de las mujeres de tomar decisiones sobre su propio cuerpo. En la Unión Europea, el Parlamento Europeo adoptó en 2002, el informe Anne van Lancker, por el cual se recomienda a los estados miembros a mantener el aborto legal e universalmente accesible, para proteger los derechos reproductivos de las mujeres. En la Unión Europea, las disposiciones de los Estados sobre la legalización del aborto son variadas, pero ningún Estado volvió en un tiempo tan corto sobre una decisión tomada anteriormente a favor del acceso de las mujeres a derechos sexuales y reproductivos. Restringir los derechos sexuales y reproductivos y criminalizar el aborto son medidas que crearon controversias en Hungría, Irlanda y Polonia. No queremos que España contribuya al aumento del número de países que violan los derechos de las mujeres a través de decisiones que restringen drásticamente su libertad de decisión.Nos unimos al gran número de organizaciones y mujeres de España que se oponen al proyecto de ley iniciado por el gobierno conservador y apoyamos sus protestas. La prohibición del aborto no tiene como efecto la disminución del número de mujeres que recurren a la interrupción del embarazo sino que las mismas efectúen abortos en condiciones inseguras e impropias desde el punto de vista médico. La vigente ley española respeta la autonomía moral de las mujeres, su acceso a los derechos sexuales y reproductivos. Poner al aborto voluntario fuera de la ley representará una vuelta a un pasado de violación de los derechos de las mujeres, pasado en el cuál el turismo para el aborto era una práctica corriente. No obstante, por falta de recursos financieros, las mujeres pobres se confrontarán con una doble discriminación, una de género y otra social.
Queremos recalcar que es necesario que los Estados aseguren las condiciones legales para que las mujeres puedan ejercer sus derechos y que es necesario mostrar respeto por el cuerpo y la autonomía moral de las mujeres. El aborto es la elección de las mujeres. Su prohibición significa violar los derechos humanos fundamentales.