El Papa Francisco se encuentra con la minoría húngara en Transilvania

Bajo una lluvia incesante y un mar de paraguas los católicos de lengua húngara esperaban este sábado en el santuario mariano de Sumuleu-Ciuc al papa Francisco, que celebrará una multitudinaria misa en el segundo día de su visita a la Rumanía ortodoxa, informó AFP.

Llegadas en tren, en coche o bicicleta, pero también desde la vecina Hungría, miles de personas empezaron a congregarse desde el viernes por la noche para este acontecimiento, considerado un reconocimiento de la identidad húngara de Transilvania, un territorio del centrooeste de Rumanía, que reivindica su cultura propia.

Las iglesias católicas de la pequeña ciudad de Miercurea Ciuc, a pocos kilómetros del santuario, permanecieron abiertas toda la noche para albergar a los peregrinos.

Se espera que unas 200.000 personas participen en la misa de este sábado, uno de los puntos culminantes del viaje a Rumanía de Francisco, iniciado el viernes en Bucarest.

– Transilvania „autónoma” –

„Si yo viera al papa, le diría que Transilvania quiere ser autónoma” dice a la AFP uno de los peregrinos, Zoltan, de 60 años, procedente de Pusztacsatar, en el oeste de Hungría.

El presidente húngaro Janos Ader acudirá al evento pero como simple peregrino, así como una delegación de obispos.

Habrá un representante del gobierno húngaro, pero el primer ministro Viktor Orban no acudirá, precisó el Vaticano.

Tras haber dudado sobre la persona que iba a representar al gobierno rumano, Bucarest anunció finalmente que la primera ministra Viorica Dancila recibirá al papa.

Rumanía tiene 1,2 millones de habitantes de origen húngaro, es decir el 6,5% de la población del país. Transilvasnia fue integrada en Rumanía por el Tratado de Trianon que, tras la Primera Guerra Mundial, dejó a Hungría sin dos terceras partes de su territorio.

El gobierno de Bucarest reconoce los derechos culturales y lingüísticos de este minoría, en particular en escuelas donde la enseñanza se hace en húngaro y en rumano, pero rechaza las reivindicaciones de autonomía regional que reclaman los más radicales.

El papa, que apoya a las minorías étnicas o religiosas del país, tiene previsto hacer un llamado a respetar la diversidad.

Al final de la misa, Francisco depositará una rosa de oro al pie de la virgen de madera esculpida en este santuario, venerada desde 1567.

El gobierno de Hungría ha entregado 500.000 euros para renovar el santuario donde Francisco celebrará la misa, una „ayuda” y „no una injerencia”, precisó el ejecutivo húngaro.

Tras la misa, el papa viajará a la ciudad de Iasi (noreste), capital de la Moldavia rumana, donde visitará la catedral latina Santa María Reina, antes de tener un encuentro con jóvenes y con familias, en el que se esperan unas 100.000 personas.

El viaje de Juan Pablo II a Rumanía en 1999 fue el primero de un papa católico a una gran país ortodoxo.

El papa retornará a Bucarest este sábado por la noche.