Inauguran el gasoducto Iasi-Ungheni que ayudará a Moldavia a reducir la dependencia energética de Rusia
El primer ministro de Rumanía, Victor Ponta, y su homólogo de Moldavia, Iurie Leanca, inauguraron este miércoles en territorio moldavo el gasoducto Iasi-Ungheni, que permitirá rebajar el precio de la compañía rusa Gazprom y ayudará a reducir la dependencia de Moscú de esta exrepública soviética.
“Estoy convencido de que el gas no sólo será más barato, sino que hará que Moldavia no tenga miedo nunca más de quedarse sin energía”, declaró Ponta en una ceremonia a la que también acudió el comisario europeo de Energía, Gunther Oettinger.
El conducto, que tiene una longitud de 43,2 kilómetros de los que unos 32 se hallan en la parte rumana, empezará a bombear gas a partir del próximo 1 de septiembre hasta la localidad moldava fronteriza con Rumanía de Ungheni, que cuenta una población de 35.000 habitantes.
El gasoducto, cuya capacidad máxima oscilará entre los 1.500 y 2.000 millones de metros cúbicos por año, seguirá ampliándose unos 115 kilómetros hasta llegar a la capital de Moldavia, Chisinau, en los próximos tres años.
El consumo de los moldavos supera los 1.100 millones de metros cúbicos de gas por año que importa de Rusia, mientras que la república autoproclamada independiente de Transnistria necesita 1.000 millones de metros cúbicos.
Por su parte, Rumanía produce 11 millones de metros cúbicos de gas anualmente y compra unos 2.500 millones adicionales a la Federación Rusa.