Joven urbano con estudios pro Iohannis versus quincuagenario rural sin estudios pro Ponta
Este es el retrato robot del votante de ambos candidatos según se desprende del análisis del estudio IRES realizado a pie de urna el pasado 16 de noviembre a 19.950 votantes. La juventud, clave en la victoria de Iohannis.
El Instituto Rumano de Evaluaciones y Estrategias -IRES en sus siglas en rumano- elaboró el paso domingo un estudio a pie de urna para realizar el perfil de los votantes de ambos candidatos finalistas en la segunda vuelta de las presidenciales de Rumanía.
Iohannis: 6.288.769 votos
Edad: el 38% de dichos votos provenían de votantes de entre 18 y 34 años (también es significativo el estrato comprendido entre los 35 y 49, un 32%).
Estudios: el 47% de sus votantes tienen estudios secundarios (y un 26% superiores).
Rural-urbano: 60% urbano.
Localización: un 45% en Transilvania-Banat (importante porcentaje del 37% en zona Sur-Bucarest-Dobrogea).
Ponta: 5.264.383 votos
Edad: lo que más llama la atención no es que el 32% de sus votantes tengan entre 50 y 64 años (o un 26% entre los 35 y 49), sino el escasísimo tirón entre los jóvenes de entre 18 y 34 años, sólo un escuálido 18%.
Estudios: casi la mitad de sus votantes –un 46%- no poseen más que educación primaria hasta décimo grado (más un 39% con educación secundaria).
Rural-urbano: el voto está prácticamente dividido a partes iguales, con una ligera ventaja del voto rural, con el 51%.
Localización: la mitad de sus votos –un 51%- provienen de la zona Sur-Bucarest-Dobrogea.
Conclusión:la juventud dio la victoria a Iohannis.
Extrapolando los datos del IRES, Iohannis habría conseguido 2,4 de sus casi 6,3 millones de votos del sector población comprendido entre los 18 y 34 años; Ponta, por su parte y en el mismo estrato de edad, habría alcanzado únicamente unos 950.000 votos.
Teniendo en cuenta que la diferencia final entre ambos candidatos fue de 1.024.386 votos y que la exprapolación del sector de 18-34 años habría sido favorable a Iohannis por casi 1,5 millones, la conclusión es clara: la juventud aupó a la presidencia de Rumanía a Klaus Iohannis.