Los casos de corrupción Microsoft-EADS agitan la campaña de las presidenciales
La candidata del Partido Movimiento Popular (PMP), Elena Udrea, se vio obligada a convocar una rueda de prensa para negar cualquier implicación ante las recientes acusaciones.
“Lamento profundamente que mi ex marido esté en prisión preventiva en este expediente. Mantengo desde hace diez años que la justicia tiene que hacer su labor indiferentemente del nombre de los implicados en los expedientes penales. Afirmo rotundamente que no tengo ninguna implicación en el caso Microsoft”, afirmó Udrea.
En el expediente Microsoft, la Dirección Nacional Anticorrupción (DNA) investiga el posible pago de sobornos y lavado de dinero en el contrato firmado en 2004 para la compra de licencias de la empresa estadounidense a través de Fujitsu Siemens Computers, en aquel entonces distribuidor único de esos productos.
En la negociación para la firma de dicho contrato varios ex ministros –por el momento nueve- y hombres de negocios rumanos se habrían beneficiado del cobro de sobornos, que habrían supuesto según la DNA 20 de los 54 millones que finalmente costó el contrato.
El caso EADS es un expediente que investiga cómo importantes cargos políticos y de los servicios secretos se embolsaron más de 60 millones de euros en sobornos para facilitar en el 2005 un contrato de 543 millones con la empresa EADS, cuya finalidad era realizar el “Sistema Integrado para la Seguridad de las Fronteras del Estado”. El importe del contrato fue elevado en 2009 hasta los 743 millones.
El pasado sábado 25 de octubre la edición online alemana de Huffington Post publicó un artículo, firmado por el periodista freelance de origen rumano Vlad Georgescu, en el que se afirmaba que el ex canciller alemán Gerhard Schroder participó en la firma del contrato EADS, en la que también estarían implicados Elena Udrea, el empresario Ion Tiriac y el ex ministro Ioan Rus.
Para la candidata del PMP son sus oponentes presidenciales Victor Ponta y Klaus Iohannis quienes se esconden detrás de estas supuestas maniobras electorales. “Les recuerdo que en la época en la que se firmaron los contratos con EADS yo no era ministra ni poseía ningún cargo oficial”, afirmó visiblemente indignada la candidata. Udrea aseguró también que durante los últimos días se le ha pedido insistentemente que renuncie a su candidatura, algo que ella se niega a hacer.
Los detractores de Udrea afirman que es inverosímil que no conociera las actividades ilícitas de su entonces marido Dorin Cocos, acusado de tráfico de influencias, lavado de dinero y cobro de un soborno de 9 millones de euros. Estos 9 millones habrían sido contabilizados por Udrea en su declaración de bienes como un crédito, por lo que su defensa basada en el “yo no sabía nada” es bastante endeble.