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​Más allá del espacio Schengen

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Ucrania es un país con una importante extensión geográfica y también fronteriza con la Unión Europea y la también conocida como Zona Schengen. Su periferia geográfica se junta con Moldavia, Rumania, Hungría, Rusia, Bielorrusia, Polonia y Eslovaquia. En el caso de ésta última, hablamos de 98 kilómetros – una frontera no demasiado larga -, pero con un grado tecnológico de vigilancia muy considerable que permite, de hecho, vigilar la frontera y sus alrededores, así como detener mercancías o migrantes a 40 kilómetros hacia el interior del país, explica Rubén Martínez enMiradas de Internacional.

Sin embargo, dichos niveles de vigilancia parece que sirvieron de poco en un inaudito caso, al menos en Europa, de contrabando fronterizo hecho público hace unos meses. Las autoridades eslovacas descubrieron en la localidad de Vysne Nemecke un túnel de 700 metros de longitud con un tren propio (impulsado por motor que tiraba 16 vagones) para llevar bienes de contrabando, y quizá personas, desde Ucrania a la Unión Europea.

La policía, en aquel momento, confiscó más de 13 mil cajetillas de cigarrillos y detuvo a un par de hombres en el lugar de los hechos. El túnel empezaba en una casa de la localidad de Uzhorod, en Ucrania, y se adentraba unos 220 metros en territorio eslovaco, hasta una propiedad privada entre los pueblos de Vysne Nemecke y Nizne Nemecke. Su profundidad variaba de entre 3 a 6 metros bajo tierra y fue desarrollado con tecnología minera.

Las autoridades apuntaron por aquel entonces que el túnel pudo estar funcionando durante más de un año, y calcularon que éste podría haber ayudado a evadir hasta 50 millones de euros en impuestos. Ahora bien, los escasos 98 kilómetros de frontera entre Eslovaquia y Ucrania, la frontera oriental de la zona Schengen, también dan para otros casos curiosos y muy parecidos al que ya contamos entre Lituania y Bielorrusia.

La aldea Velke Slemence, situada en la parte Suroriental de Eslovaquia, vive en la actualidad separada y sus habitantes, unos 850, tienen nacionalidad eslovaca o ucraniana dependiendo del lugar en el que viven de la frontera. El dato curioso de este pueblo, es que los habitantes más viejos del lugar fueron durante el siglo XX ciudadanos del Imperio Austrohúngaro, de Checoslovaquia, del Reino de Hungría, de la Unión Soviética y en la actualidad de Eslovaquia o Ucrania.

Para añadir más complejidad al caso, la mayoría de la población es de ascendencia húngara y tienen en el húngaro su lengua de comunicación diaria. En la actualidad, hablamos de una población que “sufre” las consecuencias de ser zona Schengen, es decir, visados, desplazamientos, gastos,… todo por ver a los familiares del otro lado de la verja.

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