Rumania, un mercado que acerca a 300 millones de consumidores en un ratio de 1.000 kilómetros cuadrados

El país del este ofrece oportunidades económicas extraordinarias para invertir y expandirse en un ratio de 1.000 kilómetros, que cubre a unos 300 millones de personas. Así de contundente explicó este miércoles el consejero económico del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), Agustín Navarro, en una presentanción ante empresarios madrileños.

Rumania constituye una lanzadera a los balcanes (Bulgaria y Serbia), una aproximación a Rusia y ex repúblicas soviéticas (Ucrania y Moldavia) y a la zona del Caspio a través del puerto de Constanta (Turquía y Georgia).

Una veintena de empresarios del sector alimenticio, infraestructuras, ingeniería y sanitario, entre otros, conocieron del director general de la Cámara de Comercio de Bucarest, Dan Gabriel Mihut, las posibilidades de inversión en la capital rumana, que copa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) rumano.

„La estabilidad bancaria y las facilidades del estado rumano han favorecido el aumento de inversiones extranjeras”, señaló Mihut, quien precisó que „los principales mercados de Rumania se hallan en las infraestructuras, medio ambiente, desarrollo regional, industria de agroalimentaria y el turismo, concretamente en los balnearios”.

Sin embargo, el representante rumano resaltó los sectores de la energía renovable, hidraúlica, eólica y renovables. En este último mercado, Rumania se encuentra en el número 13 en el mundo.

El volumen de comercio bilateral está creciendo alcanzando una cifra superior a los 2.000 millones de euros en 2011 y 910 millones de euros en el primer semestre de este año.

El país de los Cárpatos está aprovechando su potencial para exportar caucho, manufacturas, cereales y muebles, entre otros muchos.

Además, las licitaciones ganadas durante el pasado año alcanzaron los 707 millones de euros, una cantidad récord. Entre ellas, más de 600 millones se adjudicaron en el transporte y unos 60 millones en el sector del medio ambiente, en lo que se refiere al agua y a los residuos.

Las constructoras españolas representan el 67% de las firmas del país ibérico.