El canciller español aboga por un cambio de rumbo radical en la UE
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, aseguró hoy en Bucarest que la percepción de que la Unión Europea se aboca a la recesión „es más real que nunca”. Así lo expresó en su encuentro que mantuvo en la capital rumana ante la atenta mirada de las autoridades locales y unos 50 empresarios españoles y rumanos, que se desplazaron a la la flamante sede del Instituto Cervantes.
„Desde hace mucho tiempo sabemos que las cuentas públicas de los Veintisiete son mejores que la de nuestros competidores, como Estados Unidos y Japón; sin embargo, los inversores huyen de nuestras tierras puesto que dudan de nuestra voluntad de reformular la arquitectura de la que se basa la UE”, señaló Margallo.
„Las cifras son malas; necesitamos un cambio radical hacia la unión bancaria, fiscal económica y política”, agregó el canciller, quien advirtió que la UE se aboca a la recesión”.
El jefe de la diplomacia española abogó por „el rediseño de una nueva arquitectura hacia los Estados Unidos de Europa” y „por un modelo más transparente, con mayor apertura y simplificación administrativa”.
Margallo, que aterrizó en Bucarest ayer y regresará a Madrid esta misma tarde, instó al Gobierno rumano a que participe en la „fundación de la UE” en un momento de crisis al que calificó de „cambio radical”.
Asimismo, el ministro de Exteriores explicó las singularidades de la crisis española que tanto está golpeando a la economía: „Endeudamiento excesivo público y privado, masiva inversión inmobiliaria y pérdida de la calidad institucional”.
En el foro económico rumano-español también participó el presidente de la CEOE Internacional, Jesús Banegas, que transmitió la preocupación de los empresarios españoles afincados en Rumanía al ministro delegado de Infraestructuras e Inversiones Extranjeras, Dan Sova.
„Se ha constatado que hay obstáculos institucionales”, quienes dictan „las reglas de juego que determinan el quehacer de las empresas”, aseguró Banegas, quien pidió una mejor seguridad jurídica -cumplimiento de las leyes- y una agilidad administrativa.
Por su parte, Dan Sova animó a las compañías españolas que se presenten a las concesiones que su Ejecutivo está abriendo para construir importantes autovías, en un país donde solamente hay unos 530 kilómetros, y les garantizó un proceso correcto.