Bulgaria vota la construcción de una nueva planta nuclear
Los búlgaros acuden hoy a las urnas en un plebiscito histórico, el primero tras la era comunista, en el que se decidirá sobre la construcción de una nueva planta nuclear, y que servirá por extensión para calibrar el sentimiento popular sobre las políticas del primer ministro, Boiko Borisov, antes de las elecciones de julio. El referéndum plantea la posibilidad de revivir la construcción de una central nuclear en la localidad de Belene que el Gobierno canceló el pasado mes de marzo por su alto coste, estimado en más de 10.000 millones de euros.
Tanto los aliados de Bulgaria en la UE como Estados Unidos se han opuesto al proyecto al entender que el país no tiene la capacidad económica para acometerlo sin recurrir a la ayuda de Rusia, que ya a ofrecido sus servicios para la construcción de las instalaciones a través de Atomstroyexport.
Sin embargo, las encuestas preliminares apuntan a que dos tercios de la población votarán a favor de la existencia de la central. Muchos creen que la planta contribuirá a rebajar los precios de la electricidad, convirtiendo al país en un oasis energético para Europa central. Las urnas han abierto a las cinco de la mañana y cerrarán a las seis de la tarde.
Se espera que los primeros resultados se den a conocer poco después del fin de la votación, que solo será vinculante si 4,3 de los 6,9 millones de búlgaros con derecho a voto termina depositando su papeleta, una cifra que la mayoría de los analistas considera inalcanzable. No obstante, si un 20 de los votantes depositan su voto y la mitad son partidarios de la construcción de la planta, será el Parlamento quien tome la decisión final. En cualquier caso, un resultado favorable a la existencia de la central supondría un duro golpe a las políticas de austeridad del Gobierno, según los analistas.