La Rumanía comunista producía más energía que Francia y Japón

El diario económico Capital, ha publicado una noticia sobre las cifras de producción energética de la Rumanía Socialista, que no solo ridiculizan las actuales, tras dos décadas de supuesto „paraíso capitalista”; sino que demuestran que en los años 80 Rumania producía tanta energía como Francia y más que países como Japón. Según los datos del Banco Mundial, Rumanía producía a mitad de los 80 más de 50.000 kilotones de energía (52.586 kt en 1980, 54.704 kt en 1981, 55.153 kt en 1982), cuenta el blog Un Vallekano en Rumanía.

Por aquellos años, Argentina producía menos de 40.000 kt de energía (38.813 kt en 1980, 39.452 en 1981, 39.982 en 1982), Francia estaba al mismo nivel que Rumanía (unos 52.000 kilotones de media en la década), mientras que Japón no superaba los 45.000 (en el año 1980, 43.291 kt de enegía, en 1981, 44.523).

La destrucción de las fábricas, el cierre de las cooperativas agrícolas industrializadas, y la creciente dependencia del país de Estados Unidos y otros Estados, además de provocar una miseria inimaginable en los años 90, aupó el control progresivo de los recursos energéticos por multinacionales extranjeras, además de destruir más de 8,3 millones de trabajos en 1990 En 1992 solo se producían ya 34.494 kt, mientras que en 2010, últimos datos publicados por el Banco Mundial, no llegaba a 27.441, la mitad de lo que se producía dos décadas antes.

Mientras tanto, Argentina ha llegado a 80.000 kilotones y Francia ha superado los 130.000. Japón, al que hace 20 años Rumania dejaba atrás en cuanto a producción energética, producía antes del accidente nuclear de Fukushima más de 100.000 kilotones. Del mismo modo, la Rumanía Socialista construyó algunas de las centrales hidroeléctricas mas poderosas de toda Europa, como la Central Puertas de Hierro, al oeste del país, que es además la mayor del río Danubio, además de otras tantas, incluyendo la central nuclear de Cernavoda, también en el Danubio.

Actualmente, la empresa que las gestiona, Hidroeléctrica, que mantiene bajo su control y propiedad lo poco que todavia pertenece al estado rumano de todas las infraestructuras construidas durante las cuatro décadas de Socialismo en Rumania, es uno de los siguientes deberes mandados por el FMI al gobierno rumano, que deberá privatizarla en los próximos años.