Los trabajadores de la siderurgia rumana protestan en Bucarest
Cientos de empleados de las fábricas de siderurgia rumanas vendidas por el gigante ruso Metchel por poco dinero a una sociedad desconocida reclamaron este jueves una intervención rápida del Gobierno para salvar sus puestos de trabajo. Alrededor de 250 personas provenientes de cuatro puntos del país se desplazaron a Bucarest para reivindicar sus trabajos.
Los asalariados pidieron una intervención urgente del Ejecutivo para salvar los puestos de trabajo, que cuentan con unos 5.000 empleos, según explicó el sindicato Metal94 en nombre de 380 empleados de Braila, al este del país en una carta enviada al primer ministro, Victor Ponta.
Esta empresa de Braila, una de las más florecientes de la industria siderúrgica rumana, se paró desde que Metchel vendiera todas sus unidades en Rumanía por una suma irrisoria de 52 euros a Invest Nikarom, una sociedad sin experiencia en este campo y que cuenta con tres empleados.
Los especialistas económicas ya han expresado sus dudas sobre la capacidad de la nueva firma, controlada por dos rusos.
Según el sindicato Metal94, Invest Nikarom empezó a desmembrar algunas unidades.
Otra delegación del complejo siderúrgico de Tirgoviste, situado en el centro del país, uno de los más importantes, también participó en la manifestación.
Uno de sus líderes, Dan Dinescu, comunicó a France Press que ya se han despedido a 500 empleados de 2.000 asalariados.
Además, unas 700 personas perdieron sus puestos de trabajo en Campia Turzii, al noroeste. Asimismo, Invest Nikarom anunció más despidos.
La siderurgia rumana sufre una caída de su producción de cinco a tres millones de toneladas entre 2008 y 20012 y una pérdida de 10.000 empleos.