Un euro gastado en obras de construcción genera otros 3 en la economía rumana
El mercado rumano de construcción, que factura aproximadamente 9.000 millones de euros anuales, ha empezado a dar señales de mejoría. No obstante, las empresas del sector dicen que es demasiado temprano para confirmar una recuperación sostenible que pusiera a velocidad máxima los motores de los constructores y fabricantes, publica el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), que recoge un noticia del Ziarul Financiar.
En un artículo publicado el 27 de mayo por el principal diario económico rumano, Ziarul Financiar, se repasan las principales intervenciones de los participantes en el evento ZF Construction & Infrastructure Summit, organizado por el propio diario.
En palabras de Alexandros Ignatiadis, socio fundador de la empresa Octagon Contracting & Engineering, al mercado rumano le faltan inversores. Si se excluyen los dos grandes inversores (NEPI y Globalworth) no hay movimiento en el sector. Ignatiadis propone que se anime a los promotores y/o los propietarios de edificios de oficinas a que coticen en bolsa. Asimismo destaca que la mayoría de las constructoras de Rumanía son empresas de responsabilidad limitada.
Dragos Valceanu, presidente de la Asociación de los Brokers Inmobiliarios y dueño del portal Imobiliare.net, declara que se venden mensualmente aproximadamente 7.000 viviendas en Bucarest y que el mercado residencial está al alza: en 2014 se registró un crecimiento del 20% respecto al número de transacciones realizadas en el 2007.
Aurelia Cionga, presidente de Raiffesisen Banca para Viviendas, comenta que se nota un aumento respecto al volumen de financiación que ofrecen a los clientes, haciendo hincapié en que el mercado de Bucarest e Ilfov representa un tercio de este volumen.
Según afirma Mihai Paduroiu, director de CBRE Rumanía, la zona del norte de Bucarest acapara el 50-51% del mercado de espacios para oficinas; la siguiente zona de atracción será el centro-oeste.
La conclusión general del evento es que se está trabajando bien tanto el segmento residencial como en el no residencial, pero los grandes proyectos de infraestructura todavía no arrancan.