Alemania quiere "tomar medidas" para controlar la inmigración de rumanos y búlgaros
El Gobierno de Alemania ha presentado un informe que pone sobre la mesa el aumento de la inmigración de rumanos y búlgaros, un fenómeno sobre el que el ministro del Interior, Thomas de Maiziere, ha abogado por”tomar medidas” para evitar que termine convirtiéndose en un „problema” a gran escala.
El Ejecutivo alemán, una ‘gran coalición’ compartida entre la Unión Democráta Cristiana (UCD) de Angela Merkel y el Partido Social Demócrata (SPD), ha insistido en la necesidad de defender el sistema de bienestar frente a posibles abusos.
El fin de las restricciones para los viajes de los ciudadanos de Rumanía y Bulgaria, países de la Unión Europea, ha puesto en alerta a varios Estados que temen una entrada masiva de inmigrantes. Según De Maiziere, unos 75.000 rumanos y búlgaros llegaron a Alemania el año pasado y en 2014 las cifras previsiblemente se duplicarán.
„Es una buena noticia que los inmigrantes vengan para trabajar, educarse o estudiar y contribuyan al desarrollo y el bienestar de Alemania”, pero „no deberíamos estar ciegos” sobre los „problemas” que puede traer esta llegada de población, ha advertido de Maiziere en la presentación del informe, centrado en el mantenimiento del estado de bienestar.
Según el Gobierno, la mayoría de los rumanos y búlgaros que llegan a Alemania lo hacen para estudiar a trabajar y son menos proclives al desempleo que la media. Los datos muestran que los inmigrantes de esos dos países representan un 0,7 por ciento de los solicitantes de ayuda.
Sin embargo, en algunas zonas como Duisburgo, Fráncfort, Múnich, Hamburgo y Hanover la presión migratoria es mayor. Por este motivo, de Maiziere ha instado a „tomar medidas”, para „evitar que esto se convierta en un problema para el conjunto de Alemania.