Análisis del voto de la diáspora y del caos organizativo en la primera vuelta de las presidenciales rumanas
Un total de 161.262 rumanos votaron en la primera vuelta presidencial del pasado domingo, pese al caos organizativo e impedimentos de diferente tipo. Cientos de votantes no pudieron ejercer su derecho al voto provocando la petición de la dimisión del ministro de Asuntos Exteriores, Titus Corlatean.
¿Cuántos rumanos hay fuera de Rumanía y cuántos de ellos tienen derecho al voto?: Se desconoce el número.
La Junta Electoral Central (BEC en sus siglas en rumano) no ofrece ningún dato sobre el número de rumanos inscritos como posibles votantes en el extranjero ni el tanto por ciento de voto efectuado en cada país. El motivo es porque no existe ningún censo de rumanos residentes fuera de Rumanía –un tipo de censo C.E.R.A. español-, aunque diferentes estudios demográficos indican que hay unos 2,8 millones de rumanos residentes en el extranjero, entre ellos 870.258 en España (INE 2013).
¿Cuántos rumanos de la diáspora votaron?: 161.262.
El nivel del voto de la diáspora es tradicionalmentemuy bajo. Representaría un 5,75% de voto respecto a los –hipotéticos- 2,8 millones, tal vez un 8% sobre los rumanos residentes en el extranjero mayores de edad. Independientemente del tanto por ciento exacto de voto, lo que parece claro es que el nivel de participación es muy escaso. Precisamente por ello resulta más imperdonable la mala organización de los comicios en el extranjero por parte de las autoridades de Bucarest.
Cuatro principales causas del caos:
1)El 16 de septiembre el ministro de AA.EE. Titus Corlatean estableció que habría un total de 294 secciones de voto en el extranjero -38 de ellas en España-, el mismo número que en 2009. Sin embargo, muchas de estas secciones se trasladaron a ciudades con pocos rumanos residentes mientras que ciudades con importantes colonias de rumanos perdían secciones de voto. Ejemplos de ello serían Roma, que pasó de 5 a 3 secciones de voto, o Alcalá de Henares que lo hizo de 2 a 1.
2)Existencia de un número a todas luces insuficiente de sellos electorales –de 3 a 5 por sección-, incluso en grandes urbes como Londres, París, Múnich o Madrid.
3)Introducción respecto a las presidenciales de 2009 de un trámite burocrático que ralentizó la votación. Cada votante debía rellenar una declaración jurada en la que se comprometía a no haber votado en otra sección; la declaración debía ser completada in situ frente a los miembros de la comisión de la sección.
4)Negación a prolongar el horario de voto más allá de las 21:00 horas. Legalmente existe la posibilidad de prolongar en una sección de voto el horario de voto en condiciones excepcionales –como la existencia de importantes colas de electores- a través de un decreto ley gubernamental. Las colas existían en varias ciudades desde el mediodía, por lo que la excusa esgrimida desde el gobierno de que no tuvieron tiempo para hacerlo queda entredicho.
¿A quién vota la diáspora?: A la derecha.
Tradicionalmente el voto de la diáspora se decanta por opciones políticas conservadoras. En 2009, en unos comicios en los que el voto de la diáspora fue decisivo, Traian Basescu consiguió en la segunda vuelta 115.831 votos (78,86%), por sólo 31.045 de Mircea Deoana (21,14%).
Según datos aún no confirmados en su totalidad, Klaus Iohannis parece haberganado holgadamenteen esta primera vuelta con el 46,1% de los 161.262 votos de la diáspora. Victor Ponta habría obtenido un escaso 16%.
¿Cómo resolver este caos en futuras elecciones?: Introducción del voto por correo.
De cara a esta segunda vuelta esta solución es inaplicable, por lo que lo único que se puede hacer es enviar más sellos electorales a las secciones de voto y tratar de agilizar el trámite de la declaración jurada. A este respecto el propio primer ministro Victor Ponta anunció el lunes que la declaración se podrá descargar online y sólo será necesaria la firma del votante en el documento.
La introducción del voto por correo es una opción a la que el PSD, debido al voto conservador mayoritario de la diáspora, se resiste con todas sus fuerzas desde hace años.
En mayo de 2011, 55 parlamentarios del PDL consiguieron que se aprobara en el Senado la introducción del voto por correo. No obstante, la propuesta fue rechazada en el Congreso en marzo de 2013 por la nueva mayoría USL .
En abril de 2014 cuatro parlamentarios del PMP de Elena Udrea iniciaron un nuevo intento de introducción del voto por correo, pero la Comisión jurídica del Congreso la rechazó bajo la excusa de que podría “violar el voto secreto” (sic), ya que “la ausencia de secciones de voto favorecería las influencias exteriores sobre el elector”.
A corto-medio plazo no parece que se vaya a aprobar el voto por correo, fórmula que parece ser la más razonable para evitar situaciones de caos como las vividas el pasado domingo.