Escándalo mafioso sacude a la cúpula policial de Rumania
Una reunión clandestina a medianoche en una iglesia de Bucarest con el hermano de un mafioso rumano asesinado para rebajar las consecuencias de su funeral ha ocasionado la salida del jefe de la policía de Rumania, Liviu Vasilescu.
Florin Mototolea, de 39 años, conocido como Emi Pian, líder del famoso clan Duduianu, fue apuñalado mortalmente por un grupo criminal rival a principios de agosto en la capital del país de la Europa del Este. Inmediatamente, el principal sospechoso fue arrestado.
Sin embargo, el cuerpo sin vida de Pian estuvo en la casa de la familia durante una semana, y cientos de personas se acercaron a la casa para el velorio, contraviniendo las reglas sanitarias durante el estado de alarma a causa de la pandemia de la covid-19, además de la exaltación popular que podría generar alrededor de la banda mafiosa. En Rumania, las personas normalmente son enterradas tres días después de su fallecimiento.
Por su parte, los agentes vigilaron el desarrollo del funeral, pero evitaron poner multas, lo que desató críticas de si existen ciudadanos de una clase sancionada por la policía y otra que no.
Más tarde, el hermano de Pian, Elvis, afirmó que se había reunido con el máximo responsable de la policía Vasilescu y otros dos altos cargos de las fuerzas del orden en un centro de culto religioso para negociar las condiciones del funeral de su hermano.
Las fotos de la reunión se filtraron rápidamente a los medios. Vasilescu no pudo negar su encuentro con miembros de la pandilla antes del funeral, pero afirmó que la reunión había sido legal y constructiva.
En lugar de apaciguar la situación, sus comentarios provocaron una reacción violenta. Hasta el presidente Klaus Iohannis salió a la palestra pidiendo explicaciones públicamente al ministro del Interior, Marcel Vela, lo que provocó que Vasilescu presentara este martes su dimisión y declarara ante los medios de comunicación que había desarrollado su labor „con honor” y „buena fe”.
„He notado últimamente un ataque por parte de los medios contra el Ministerio del Interior y (…) la policía rumana en un momento en que el país necesita paz y (…) esfuerzos para proteger a los ciudadanos”, subrayó Vasilescu en conferencia de prensa.
„Así que, por favor, permítanme dejar el puesto de inspector general de la policía rumana, seguir siendo un simple oficial de policía y llevar a cabo las tareas que se me encomiendan”, concluyó Vasilescu.