Reino Unido desincentivará la llegada de rumanos y búlgaros
El Gobierno de Reino Unido ha anunciado que tomará una serie de medidas para desincentivar la llegada de búlgaros y rumanos al país ante el fin de las restricciones de la población que vive en estos dos países, miembros de la Unión Europea, prevista para 2014. Las normas del espacio Schengen permiten la libre circulación de personas y bienes por los países adheridos, además del derecho a trabajar en cualquier otro estado miembro. Aunque Rumanía y Bulgaria son miembros desde 2007 de la UE, su entrada en Schengen se retrasó hasta 2014.
El portavoz del Primer ministro, David Cameron, ha indicado que valorarán el „daño potencial” contra el mercado de trabajo británico „y las medidas para reducir la inmigración para evitar que ocurra”. „Estamos en el proceso de considerar qué tenemos que hacer. Claramente, tenemos un marco legal europeo (que cumplir) para decidir. Hay una serie de aspectos en los que queremos trabajar con otros estados miembros”, ha manifestado.
El Gobierno ha ordenado que el Instituto Nacional para la Investigación Económica y Social realice un estudio sobre el impacto de una posible llegada masiva de rumanos y búlgaros. El portavoz del Ejecutivo ha señalado que están valorando „medidas de emergencia” para evitar la llegada de inmigrantes, aunque no ha detallado qué clase de políticas serían.
Además, el portavoz no ha negado las informaciones aparecidas en la prensa británica sobre una posible campaña de desprestigio del propio Reino Unido para evitar la llegada de inmigrantes, que se centrarían en el clima y la falta de recursos para atenderles. Por el momento, el Gobierno ha sido incapaz de ofrecer cifras sobre el número de inmigrantes de Rumanía y Bulgaria que llegarán a Reino Unido a partir de 2014.
El portavoz gubernamental se ha basado en la falta de datos acerca de la llegada de polacos –muchos ciudadanos de este país se establecieron en Reino Unido con la entrada de Polonia en la UE en 2004– en los últimos años para evitar pronunciarse. Sobre una posible campaña de publicidad negativa, en 2007 los trenes Eurostar que partían de Bruselas a Londres llevaron la publicidad de un hombre tatuado meando en una taza de té para ofrecer una imagen de la poca hospitalidad de los ingleses.