Rumanía busca de nuevos territorios culturales en América Latina
México es la punta de lanza del proyecto cultural que Rumania busca implementar en los principales países de América Latina, con la intención de impulsar su literatura y su cinematografía, publicó el diario La Vanguardia.
„Nos interesa llegar a los sitios donde realmente haya una cultura riquísima y una serie de acontecimientos culturales donde nosotros podamos entrar y colaborar”, dijo hoy a Efe Ioana Anghel, directora del Instituto Cultural Rumano en España, en su visita a la Feria Internacional de Libro (FIL) de Guadalajara.
En México la oferta cultural, las instituciones y los festivales son „impresionantes”.
Rumania acudió por primera vez a esta feria, considerada la más importante en la literatura castellana, con una buena carta de presentación: la entrega del premio FIL de Literatura en Lenguas Romance a Norman Manea, uno de sus narradores más importantes.
Anghel explica que Manea fue una de las propuestas que presentó el Instituto que desde inicios de este año ya preparaba su desembarco en la FIL, a la que asistieron escritores de ese país como Dinu Flamand, Ioana Gruia, Dan Lungu y el mismo Manea, primer autor en lengua rumana en recibir el galardón de la feria.
Rumania tuvo también un espacio en el pabellón internacional del recinto ferial para mostrar un poco de su literatura traducida al español y algunas de las subvenciones literarias que ofrece.
„Esta presencia en Guadalajara sí que abre un camino que esperamos que sea muy largo”, expresó Anghel.
Afirmó que la literatura es lo más interesante que tiene ahora Rumania en materia cultural, porque ha ido en paralelo con la historia de este país, que tuvo „un desarrollo cultural tremendo a principios del siglo XX” y luego el declive durante los años que vivió bajo el comunismo.
„Eso creó una generación de escritores, la mayoría exiliados, que luego escribieron una literatura de muchísimo corazón y mucho sentido” como es el caso de Manea y la premio nobel de literatura 2009, Herta Müller.
A partir de la llegada de la democracia en 1989 surgió una nueva generación de autores ahora mayormente conocidos en Europa, pero no en Latinoamérica.
Refirió que la cinematografía rumana, caracterizada por historias „muy sociales y de contestación”, ha ganado premios en festivales de cine de Berlín y Cannes, como fue el caso de „La muerte del Sr. Lazarescu” (2005), „4 meses, 2 semanas, 2 días” (2007) y „Morgen” (2010), representante de ese país en los Óscar.
Para 2017, el Instituto Cultural Rumano buscará cruzar el Atlántico para colaborar en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara y en la FIL, donde ofrecerán más actividades literarias y de manera paralela conciertos o una exposición plástica, adelantó Anghel.
También abrirán espacios en la Ciudad de México para realizar al menos un ciclo de cine rumano.
„Si empezamos a cruzar el océano desde Europa, intentaremos llegar a México y, si es posible, también a Argentina”, donde hace unos meses tuvo lugar una exposición sobre los judíos sefardíes rumanos, concluyó.