Orban contra Orban: Bucarest defiende a la UE ante el veto de Budapest
El primer ministro rumano, el liberal Ludovic Orban, comportándose como un buen alumno europeo, este jueves se distanció de su homólogo húngaro, Viktor Orban, quien vetó el plan de recuperación de la UE.
En entrevista acordada a la AFP, a pocas horas de una cumbre de los Veintisiete, el rumano Orban no ocultó su inquietud: este bloqueo, advirtió, tendrá un impacto „negativo” en el nivel de vida del „conjunto” de los europeos.
„Es del interés de todos que este plan de recuperación sea adoptado lo antes posible, porque los ciudadanos húngaros se beneficiarán, al igual que todos los de cualquier otro país” de la UE, insistió.
Hungría junto a Polonia, a los que se añadió Eslovenia, se niegan a vincular la entrega de fondos europeos a la evaluacion sobre vigencia del Estado de derecho, bloqueando de esta manera el plan de recuperación adoptado por los 27 a fines de julio para enfrentar la pandemia de covid-19.
Este plan de un monto de 750.000 millones de euros (unos 867.600 millones de dólares) se apoya en un „marco financiero plurianual” (2021-2027) de más de un billón de euros.
„Esta financiación europea es un pilar de la recuperación económica y cualquier postergación puede tener consecuencias negativas”, agregó Ludovic Orban, instando a todos los gobiernos a que „actúen por el interés general de la Unión Europea”.
‘Dinero gastado correctamente’
Desde su adhesión al bloque europeo, en 2007, Rumania ha recibido 56.000 millones de euros en concepto de fondos de cohesión. En 2019, el dinero cedido por Bruselas representó el 2,4% de su PIB, lo que la sitúa por detrás de Hungría (3,3%) y Polonia (4,48%).
Destacando la „voluntad política” de Bucarest por mejorar la utilización de estos fondos, señaló la intención de invertir varios miles de millones de euros en los próximos años para la construcción de tres hospitales regionales, algo clave para este país con infraestructura sanitarias deterioradas y golpeadas con fuerza por la pandemia de covid-19.
Ludovic Orban rechazó los argumentos de los líderes de Hungría y Polonia, al considerar que „el respeto al Estado de derecho es una garantía para todos los contribuyentes de que el dinero se gastará correctamente”.
Rumania también estuvo en la mira de Bruselas entre 2017 y 2019 por „ataques al Estado de derecho”, cuando los socialdemócratas, entonces en el poder, pusieron en marcha una reforma del sistema judicial.
Pero, Bucarest „cambió radicalmente” desde que los liberales llegaron al gobierno, en noviembre de 2019, afirmó el primer ministro, deteniendo esa controvertida revisión del poder judicial.
El primer ministro rumano se negó a responder si apoyaría la posible exclusión del Fidesz, el partido de Viktor Orban, del Partido Popular Europeo (PPE), que es exigida por Donald Tusk, presidente de esta ‘familia política’, la más numerosa de la UE.
„No creo que se plantee tal situación”, señaló Ludovic Orban, cuya formación política, el Partido Liberal (PNL), también es miembro del PPE. Mismo bloque político, mismo apellido y misma edad (57 años), pero sólo hasta ahí llega el parecido entre ambos hombres.
„A veces me llaman ‘Orban el bueno'”, bromeó el Orban rumano, manifestando su ansiedad por „apoyar la unidad” de la UE, amenazada por el veto de su homólogo húngaro y socios.