Política Agraria Común: Más verde, ¿y más justa?
“Hacia una agricultura un poco más verde”, publica La Libre Belgique al día siguiente de que la Comisión, el Parlamento y el Consejo Europeo llegasen a un acuerdo sobre la Política Agrícola Común (PAC), que se cerró el 26 de junio en Bruselas. Dicho acuerdo, que cuenta con presupuesto de 53.000 millones de euros anuales, prevé vincular la concesión del 30% de las subvenciones al respeto de medidas ecológicas como la diversificación de cultivos.
En su editorial, el diario belga señala, no obstante, que: „ante las numerosas reticencias de los europarlamentarios y de los Estados miembros, la nueva PAC tendrá aires de estar „hecha a medida”, porque multiplica las disposiciones específicas que permitirán que cada país la adapte a su manera. No es seguro que gane en coherencia y en legibilidad, ni que el espíritu europeo salga reforzado.
En Rumanía, la página Hotnews publica que la reforma elimina algunas medidas injustas, “como las subvenciones para los aeropuertos y los clubes de golf que poseían terrenos agrícolas” y prevé una forma más justa de repartir las subvenciones (de aquí a 2019 ningún Estado miembro recibirá menos del 75% de la media comunitaria). También está previsto que se apoye a los jóvenes agricultores durante los cinco primeros años de actividad y que haya reglas específicas que regulen la competencia.
En Portugal, Público se alegra del aumento de las ayudas a los agricultores portugueses, se trata de “la reforma más profunda de la PAC en la última década”, aunque “no corrige las distorsiones originarias de la Política Agrícola Común”. No obstante, el diario luso se plantea si bastará con las nuevas medidas para reequilibrar una PAC que no ha sido un modelo de equidad y no ha “conseguido que se equipare la agricultura de los países con más retraso, como Portugal, con la de los más avanzados”:
En el futuro, las ayudas desembolsadas a quienes están acostumbrados a recibir siempre más se reducirán para favorecer a quienes hoy perciben menos. El problema es que se avanza tímidamente. En 2019, un agricultor portugués percibirá una media de 610 euros de ayudas, mientras un danés tendrá derecho a 910 euros. Aparte de eso, a Portugal se le otorga una ayuda menos cuantiosa que la prevista en el último ciclo del último plan financiero. Además, también habrá que ver en qué medida las exigencias medioambientales afectan a las empresas más productivas y más competitivas, como son los productores de tomate o de maíz.