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El presidente de Rumanía Klaus Iohannis sigue cerrando las puertas a la designación del líder socialdemócrata Liviu Dragnea a primer ministro

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Klaus Iohannis si Liviu Dragnea, Foto: Agerpres (editat)
Klaus Iohannis si Liviu Dragnea, Foto: Agerpres (editat)

El presidente rumano Klaus Iohannis reiteró hoy su rechazo a designar como primer ministro a una persona que haya sido condenada, en alusión al líder socialdemócrata, Liviu Dragnea, quien ganó por amplio margen las elecciones legislativas del domingo. “Anuncié los criterios de integridad (respecto al nombramiento del jefe de Gobierno) antes de la campaña electoral para que no haya debates después y estos siguen en pie”, declaró Iohannis en rueda de prensa tras ser preguntado si aceptaría la propuesta de Dragnea.

El jefe de Estado precisó que se trata de una ley en vigor desde 2001 y que su modificación depende del Parlamento y del Tribunal Constitucional.

Por su parte, el presidente del Partido Socialdemócrata mostró el domingo abierta la posibilidad de asumir el cargo de jefe de Gabinete pese a haber sido condenado a dos años de prisión sin cumplimiento por fraude electoral.

Además, Dragnea rehusó hoy a la invitación de ir mañana a las consultas tras anunciar el jefe de Estado de Estado una ronda para hablar de la formación del nuevo Parlamento.

Según la Constitución, “no se puede hablar hasta después de la validación de un nuevo Parlamento”, esgrimió hoy Dragnea ante los medios de comunicación.

La sesión de investidura de los diputados y senadores está prevista para el próximo 19 de diciembre, como muy temprano.

El PSD venció en las legislativas con el 45,5 % de los sufragios en la Cámara de los Diputados y el 45,7 % en el Senado, tras el escrutinio del 99 % de los votos, por delante del Partido Nacional Liberal, 19,9 % y 20,3 %, respectivamente.

Los socialdemócratas lograron una contundente victoria tras verse obligados a abandonar el poder a finales de 2015 tras una oleada de protestas a causa de un incendio en una discoteca de Bucarest por incumplir las normas de seguridad que dejaron 64 muertes, lo que provocó la llegada de un Gobierno tecnócrata.

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