La mayoría de las víctimas del tráfico de personas procede de la Unión Europea
Los principales países de procedencia de los afectados por el tráfico de personas dentro de la UE son Rumania, Bulgaria y Hungría. La explotación sexual de las mujeres es la causa más frecuente. „El tráfico de seres humanos es la esclavitud de nuestro tiempo“. Esta afirmación de la Unión Europea no sorprenderá a nadie. Lo que sí resulta sorprendente para muchos europeos es descubrir que la mayoría de los víctimas del tráfico de personas provienen de la propia Unión Europea, relata lacadena de televisión DW.
“A priori pensamos que las víctimas serían sobre todo de terceros países, pero la mayoría son de la UE“, nos dice Miria Vassiliadou, coordinadora para la Lucha contra la Trata de Seres Humanos de la Comisión Europea. “Con ellas se comercializa dentro de la UE, a menudo por parte de redes criminales”, continúa Vassiliadou. “Y los clientes que ‘usan’ sus servicios también suelen ser ciudadanos de la UE“.
Según un informe de Eurostat de 2013, el 61 por ciento de las víctimas de trata de personas identificadas en la UE procedía de los países miembros. Y, en los casos investigados entre 2009 y 2013 por el cuerpo de policía europeo Europol, procedían de Rumania, Hungría y Bulgaria, respectivamente, el 40%, el 18% y el 11% de las víctimas.
Explotación sexual
La mayoría de estas víctimas del tráfico de personas son mujeres y niñas reclutadas para su explotación sexual. En concreto, el 62% de las identificadas entre 2008 y 2010 por Eurostat. Además de las autoridades, las ONG desempeñan un papel fundamental en la identificación, protección y apoyo a los afectados.
En Alemania, 37 organizaciones y centros de asesoramiento trabajan juntos en el Grupo de Coordinación nacional para la Lucha contra la Trata de Mujeres y la Violencia Contra las Mujeres Inmigrantes (KOK por sus siglas alemanas) . „Fueron las organizaciones no gubernamentales las que han puesto el tema de la trata en la agenda política hace ya muchos años „, dice Naile Tanis, director ejecutivo del KOK .
Tanis confirma las cifras oficiales: la mayoría de las víctimas a las que atiende el KOK son ciudadanos de la UE. De nuevo, la mayoría de Bulgaria, Rumania, Hungría y Polonia, aunque también de terceros países, entre los que se destaca Nigeria. También se dan casos de alemanas afectadas por la trata ilegal de personas.
Asociado con la prostitución
En los 28 Estados miembros de la UE la legislación condena el tráfico de seres humanos y prohíbe la prostitución o castiga a sus clientes, recuerda la coordinadora de la UE para el tema, Vasiliadou. “La Comisión Europea ve una conexión directa entre la trata y la prostitución: las prostitutas son un grupo de alto riesgo“.
Después de la explotación sexual, el trabajo forzoso es la segunda mayor razón por la que en la Unión Europea se trafica con seres humanos. Otros objetivos son la extracción de órganos para trasplantes, la adopción ilegal y el matrimonio forzado.
80% de las víctimas son mujeres y niñas
No solo los casos identificados en los últimos años han aumentado, sino que la UE cifra la cantidad de casos no denunciados en un número de seis dígitos. Todavía hay mucho que hacer, es el llamamiento de Vassiliadou, respecto a la aplicación de la directiva europea de 2011 para combatir el tráfico de seres humanos.
Para que los criminales sean efectivamente perseguidos y las víctimas estén mejor protegidas. El tiempo que tienen los estados miembros para adaptar las disposiciones administrativas del Reglamento de Bruselas a sus leyes nacionales es de dos años. En teoría, tenían hasta abril de 2013, pero solo 20 de los 28 países de la UE tenían la transposición completada. Alemania todavía no está entre ellos.
Vassiliadou teme que el próximo informe de Eurostat sobre la trata de personas hable incluso de un mayor número de casos registrados, debido a la actual crisis económica que hace que la gente sea más vulnerable a estas redes. Y puede incuso crecer la demanda por estos ‘servicios‘, cada vez, además, más baratos. Para Vassiliadou, desde luego, no supone ninguna diferencia si las personas afectadas son o no ciudadanos de la UE: todos son víctimas. „Es nuestro deber intentar hacer algo al respecto“.