Ironía como arma ante la "supuesta" invasión de rumanos y búlgaros al Reino Unido
Los rumanos han mostrado su dosis de humor ante la intransigente actitud de los británicos de eliminar las restricciones al acceso de trabajo de los ciudadanos de Rumanía y Bulgaria por el temor a una invasión a partir de enero, un recelo que España no comparte.
“Muchos rumanos están cabreados por la propaganda política y el sensacionalismo de la prensa del Reino Unido; en cambio, nosotros hemos llevado a cabo campañas para contrarrestar esas afirmaciones de manera irónica”, explica Claudio Pandaru, periodista encargado de la campaña „Why Don’t you came over?” („¿Por qué no vienes aquí?”).
“Hay muchos artículos que tratan la inmigración rumana y búlgara. Unos dicen que asistimos a un éxodo y otros todo lo contrario; en realidad, ni unos ni otros no pueden hacer previsiones certeras”, subraya Petre.
La señal de alarma procedente de Londres radica del “asedio” primero de polacos y segundo de rumanos.
El diario británico The Sun pidió que se parara la “riada” al primer ministro británico, David Cameron, quien rápidamente se apresuró a tomar medidas para prevenir que los inmigrantes puedan solicitar prestaciones de desempleo después de tres meses de estancia en Reino Unido.
Según un estudio del Instituto Demoscópico Inscop, los rumanos prefieren marcharse a Alemania como primer destino y Reino Unido como segundo; España e Italia, gravemente azotados por la crisis económica, se encuentra entre los últimos lugares.
“Se trata de un bulo, una exageración que pretende crear pánico entre los británicos e incentivar un mayor odio hacia nosotros sin que existan motivos para ello”, explica Maria Ioardache, una economista rumana que está terminando un doctorado en London School of Economics.
“Los que han querido se han largado ya. Desde que ingresamos en la Unión Europea, las restricciones nunca nos han frenado a los ciudadanos calificados para buscar un trabajo”, subraya Ioardache.
La salida de cerebros ha creado un serio problema en Rumanía: 14.000 doctores y 50.000 asistentes médicos se han marchado desde 2007. Por ejemplo, hay unos 3.000 médicos en Francia.
“La campaña más hostil ha provenido de Holanda y Gran Bretaña para obtener un mayor apoyo electoral de un segmento de la población cada vez más radical”, lamenta Cezar Cojocaru, físico graduado de la Escuela de Politécnica de París y, actualmente, estudiante de doctorado en la Universidad de Victoria, Australia.
Sin embargo, hay ciudadanos que se están pensando seriamente en marcharse tras la apertura del mercado laboral.
„Probaría unos tres o cuatro meses para ver si consigo un trabajo en el campo de las oenegés”, explica Gabriela Grigori, que reconoce que tiene amigos que ya se han mudado a Londres para buscarse la vida.
„Unos están siendo explotados con contratos precarios y otros han encontrado su sitio”, prosigue Grigori.
Por su parte, los europarlamentarios rumanos y el primer ministro, Victor Ponta, ya expresaron su desacuerdo sobre los planes de restringir el acceso a trabajadores rumanos y búlgaros.
“Asistimos en estos momentos a una retórica histérica y absolutamente injustificada”, dijo la eurodiputada del Partido Nacional Liberal, Renate Weber.
“Entiendo las preocupaciones expresadas en la prensa británica, pero esos temores no pueden ser utilizados para generar o justificar abusos o discriminaciones sobre los ciudadanos europeos”, declaró Ponta.
“No aceptaré que este tipo de medidas estén dirigidas sólo a rumanos y búlgaros; deben ser aplicadas a todos los europeos, sin discriminación alguna”, subrayó el primer ministro rumano.
Rumanía, el segundo país más pobre de Europa, ha registrado el mayor crecimiento económico de la UE en el tercer trimestre del 2013 con un 1,6 por ciento.