Los proeuropeos se imponen en las legislativas en Moldavia frente a los prorrusos
La presidenta proeuropea de Moldavia, Maia Sandu, prometió este domingo „el fin del reinado de los ladrones” después de la victoria de su partido en las elecciones legislativas anticipadas, que le permite reforzar su poder frente a sus rivales prorrusos, informó AFP.
Acción y Solidaridad (PAS, centroderecha), el partido de Sandu, logró casi el 48% de los votos, muy por delante del Bloque de Socialistas y Comunistas (BESC) del expresidente prorruso Igor Dodon, con el 31%, una vez escrutado el 94% de las papeletas.
„Espero que hoy sea el final de una era difícil para Moldavia, espero que hoy sea el final del reinado de los ladrones en Moldavia”, declaró Sandu en un mensaje en Facebook.
Este resultado debería bastarle al PAS para lograr una mayoría absoluta de escaños en el Parlamento, declaró a la AFP el politólogo Alexei Tulbure. „No hay incertidumbre (…) La situación es clara”, dijo.
Después de la victoria en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020 contra Dodon, Sandu necesitaba tener el control del Parlamento para aplicar la política que prometió, empezando por la lucha contra la corrupción endémica en este pequeño país situado entre Ucrania y Rumanía y su acercamiento a la Unión Europea.
– „Transformar Moldavia”-
„Los desafíos son grandes, la gente necesita resultados” y „debe notar los beneficios de un parlamento limpio” y „un gobierno honesto y competente”, añadió Maia Sandu en su mensaje, llamando a „utilizar la energía del voto de hoy para transformar Moldavia”.
Antes incluso de que terminara el recuento de votos, los partidarios de Sandu celebraban la victoria en su cuartel general en Chisinau, constató un corresponsal de AFP.
Tras el cierre de los colegios electorales Dodon dijo que confiaba en un „muy buen resultado”. „Decidiremos si impugnamos los resultados de las elecciones”, añadió.
Los dos bandos dijeron temer fraude, pero según los medios de comunicación moldavos solo se registraron infracciones de poca importancia en el código electoral.
La tasa de participación superó el 48%, una caída muy leve con relación a las legislativas de 2019.
Moldavia, uno de los países más pobres de Europa, se ha visto sacudido desde su independencia en 1991 por crisis políticas, al tiempo que se enfrentaba a la situación en Transdniestria, un territorio separatista prorruso que está fuera de su control.
Esta antigua república soviética de 2,6 millones de habitantes suele oscilar en las urnas entre los partidarios de un acercamiento a Moscú y los de una integración europea.
Muchos moldavos están cansados de los escándalos de corrupción, como el de 2015, en el que desaparecieron mil millones de dólares -el equivalente al 15% del PIB- de las arcas de tres bancos.
– Apoyo de la diáspora –
La diáspora, que representa más de un tercio de los votantes en este país con mucha emigración, apoyó de nuevo a Sandu tras haber votado por ella en las presidenciales. Sandu, una execonomista del Banco Mundial, es para muchos votantes la primera política en llegar al poder „preservando una reputación de honestidad” y siendo „un símbolo de cambio”, según Alexei Tulbure.
Pero „incluso con una mayoría parlamentaria, no (le) será fácil aplicar sus grandiosos proyectos de cambio en profundidad del Estado”, advierte el analista Víctor Ciobanu.
Desde su investidura en diciembre no había podido nombrar un gobierno por falta de acuerdo con el Parlamento controlado por Igor Dodon y finalmente lo disolvió en abril.
Los observadores esperan que los resultados de los comicios reduzcan la influencia de Moscú.
Sandu ya enfureció al Kremlin diciendo que quiere sustituir las fuerzas rusas basadas en Transdniestria por observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).