Ivanov, una historia auténtica sobre la incesante lucha entre el advenedizo y la justicia
El espectáculo de teatro Ivanov, dirigido por Andrei Serban, es parte del repertorio del Teatro Bulandra de Bucarest, y se encuentra en la tercera temporada.
Es bueno cuando la única solución para una noche de niebla en invierno es un espectáculo de teatro que lo conoces al menos por la resonancia del nombre del director y el de elenco, pero el real motivo de verla es formar o reformar tu propia idea sobre Chéjov y sus particularidades.
Tuve la oportunidad de ver y escuchar al director Serban en la conferencia titulada „Acerca de Chejov o ¿Quién quiere ir a Moscú?”, que tuvo lugar en elTeatro Nacional de Bucarest en enero de 2011. Serban habló de la puesta en escena de la obra Ivanov, del hecho de que Bulandra cerrara una de sus sedes para sus ensayos y que el personaje principal también tenga el mismo apellido, Vlad Ivanov, actor principal de la película „Cuatro meses, tres semanas y dos días”, del director Cristian Mungui.
„Al igual que en la vida, puedes tener compasión y ternura hacia otros durante cinco minutos, pero después de eso, no; se vuelve a pensar en uno mismo. Quizás ustedes sean mejores”, explicó Serban.
No me di cuenta cuando pasaron los 4 actos de la obra de teatro dispersados en tres horas y media de emociones intensamente expresadas, afinadas con líneas muy contemporáneas sobre el incumplimiento humano y los métodos escogidos para alcanzar el cumplimiento espiritual, material y reconocimiento social.
Los actores son magníficos porque por una sola palabra puede reflejar varias emociones, incluso cuando lloran son magníficos, porque este retrato de su expresividad de alguna manera sigue siendo intacto y sigue inspirando después del final del espectáculo, su energía se mantiene tras las puertas de teatro.
Vlad Ivanov, el protagonista de la obra, tiene un papel tranquilo y cínico, cruel y rebanado de su propio egoísmo y de las líneas de su personaje, Alexevici Nikolai Ivanov, quien sufre de una angustia permanente. Algunas líneas sonoras de Ivanov, siempre lleno de remordimiento e incomprendido: “La necesidad absurda para responder a preguntas estúpidas, todo esto me determinaron a enfermarme. Quiero desaparecer, pero no veo a dónde.”
No sé si hay una relación de verdad entre los actores y sus personajes, si hay un convenio mutuo entre las dos partes o un acuerdo para la valoración de la obra de arte, sin embargo, una cosa es innegable: hay gente que nace para impresionar permanentemente, simplemente, representa un modelo de elegancia y vivacidad en el molde del arte sobre la escena animada de creatividad, y nosotros somos lo suficientemente afortunados para ser testigos en esta construcción artística.