La muerte del jugador camerunés en un partido genera polémica en Rumanía
El sindicato mundial de jugadores, FIFPro, expresó su preocupación por el nivel de tratamiento de primeros auxilios para los futbolistas en Rumanía después de la muerte del jugador camerunés del Dinamo de Bucarest Patrick Ekeng el pasado viernes y tras los precedentes con otros jugadores.
El exjugador del Córdoba, de 26 años, se desplomó después de sufrir un ataque al corazón poco después de entrar en el terreno de juego en el minuto 62 durante un partido de liga contra el Viitorul Constanta, y fue declarado muerto dos horas después del incidente.
„Aunque es demasiado pronto para sacar conclusiones a partir de este trágico accidente, ya que la policía continúan investigando las circunstancias, es evidente que algunos clubes rumanos escatiman en instalaciones médicas”, advirtió la FIFPro en un comunicado.
Además, existen varios precedentes que ratifican esta postura, ya que en el año 2012 la Asociación de Fútbolistas Amateur Sin Nombre (AFAN) pidió a la Federación nacional que se obligase a los clubes a tener ambulancias equipadas en todos los partidos después de que el jugador nigeriano de 21 años Henry Chinonso Ihelewere falleciese tras sufrir un paro cardíaco durante un partido amistoso en agosto.
„Hacerlo habría costado tan poco como que el club pagase 400 euros por partido para tener un equipamiento de última generación disponible, pero no se adoptó el plan”, dijo el presidente de AFAN, Emilian Hulubei, en un comunicado emitido por la FIFPro.
„En las tres primeras divisiones se les ha permitido a los clubes tener ambulancias en modo de espera con el equipo mínimo”, prosiguió Hulubei quien también afirmó que „entendía” que Ekeng había tenido los controles de salud „necesarios” en Bucarest pero afirmó que había „pruebas” que los clubes de fuera de la capital no hacen para ahorrarse dinero.
Los fiscales en Bucarest anunciaron el sábado que habían abierto una investigación sobre la muerte de Ekeng, en medio de críticas del tratamiento que recibió, algo que para Theo van Segglen, secretario general de FIFPro, debe aclarar si esta „tragedia podría haberse evitado”.